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La Junta Vecinal de Igollo de Camargo rompió ayer su silencio para hablar sobre las obras acometidas hace dos años y medio en el entorno de la cueva de El Juyo, una actuación que se realizó «sin licencia ni autorización», según dice la Dirección General ... de Patrimonio, que estudia los posibles daños surgidos en el interior de la cavidad -Bien de Interés General (BIC) por su amplia secuencia del Magdaleniense Inferior Cantábrico, de entre 16.500 a 14.000 años de antigüedad-. Dos semanas después de que estas labores quedaran bajo sospecha, la pedanía decidió señalar la «autoría» de estos trabajos: la Fundación Naturaleza y Hombre (FNyH), entidad con más de 25 años de experiencia en labores de conservación y recuperación de la naturaleza.
La Junta dirigida por Nieves Portilla (PP) reconoce que hubo conversaciones con la fundación a fin de «realizar mejoras en el acceso a la cueva», pero atribuye a la entidad naturalista gran parte de la responsabilidad detrás de estos trabajos. «Es la que valoró, diseñó y ejecutó la actuación a realizar y decidió con qué materiales ejecutarla sin que desde este colectivo se haya facturado nada a la pedanía por la realización de estos trabajos», apuntan los populares, antes de reducir el papel de la Junta a la adquisición y entrega de los materiales de construcción, «sin que exista otra participación en la realización de las obras, ni en la contratación de personal, ni en el alquiler de maquinaria, etc.».
Todas estas atribuciones están muy lejos de la realidad en opinión de la parte directamente implicada en la polémica, la Fundación Naturaleza y Hombre, que niega ser la promotora de estas obras y la responsable de unas licencias que nunca se solicitaron. La prueba: «Que la Junta ha continuado realizando otra serie de trabajos a lo largo de los años siguientes en el entorno de esta cueva, sin ninguna participación de nuestro colectivo».
La idea de acometer los trabajos tampoco surgió como dicen desde el PP, según contraponen desde la agrupación: «En 2018, la Junta decide ejecutar varias acciones en el entorno de la gruta y nos pide colaboración para la primera de ellas, que es la mejora del camino. La FNyH, de buena voluntad, presta su apoyo, asignando dos peones a la ejecución del trabajo promovido por la pedanía, al margen del convenio firmado, y las obras se hacen según los criterios dictados por la Junta y bajo su supervisión», recuerdan en la agrupación.
Y es así, insisten desde el colectivo, porque «ni somos los promotores de las labores ni los propietarios de los terrenos». En eso difiere también el PP, que apunta a una cesión de las fincas en las que se enclava la cueva, «desde 2017 y por un periodo de 25 años». ¿Qué dicen los conservacionistas? Algo muy distinto: «Existe un convenio de colaboración desde 2017, exclusivamente para realizar labores de eliminación de especies invasoras, reforestación con árboles autóctonos y educación ambiental, en diversos terrenos propiedad de la Junta».
Si en algo coinciden ambas partes es en su deseo de colaborar con Patrimonio en cuanto los informes arrojen algo de luz sobre el alcance de los posibles daños en el interior de El Juyo. Ya sea para «ayudar y tender la mano», según avanzan desde la Junta; o para «implementar las medidas que sean consideradas adecuadas», como desea la FNyH, antes de zanjar que «en ningún momento va a asumir una responsabilidad que no le compete».
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