La incorporación de Camargo en el nombre del Seve correría a cuenta del Ayuntamiento

Porque una cosa sí que está clara en el Consistorio camargués. Para el equipo de gobierno la incorporación de Camargo en la denominación de la terminal cántabra no es ninguna ocurrencia ni un asunto con gracia. De hecho, el Ayuntamiento es relativamente optimista con que la idea salga adelante -ha pedido un presupuesto- y dedica una parte no menor de su tiempo a hablar con este Ministerio, del que, además del bautizo del Seve, también depende el cubrimiento de las vías de tren a su paso por el casco urbano de Maliaño y Muriedas -el proyecto urbanístico más importante de Camargo en estos momentos-.

Precisamente el cubrimiento era el asunto número uno que convocó al Ayuntamiento y a José Luis Ábalos durante la visita del exministro a Camargo el pasado verano. El principal, pero no el único. Aquel 1 de julio, el núcleo del gobierno municipal colocó también el nombre del Seve entre las demandas a mencionar frente al jefe de Transportes, hoy sustituido por Raquel Sánchez Jiménez. Ese día, el optimismo del Consistorio para rebautizar la terminal empezó a despegar.

La primera vez tampoco es que saliera todo a pedir de boca. El 5 de mayo de 2014 el Parlamento de Cantabria se puso de acuerdo para impulsar la denominación actual, es decir, 'Aeropuerto Seve Ballesteros Santander-Parayas'. Sí, 'Parayas' incluido. ¿Qué ocurrió? Que, por motivos que la administración no aclara, el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 16 de abril de 2015 comunicó un nombre nuevo, sí, pero distinto al acordado por la comunidad autónoma: «En adelante pasará a denominarse 'Aeropuerto Seve Ballesteros-Santander'», reveló.