Los que han estado en la zona hablan ya de «destrozos» y de un «atropello». El patrimonio prehistórico de la cueva de El Juyo, en Igollo de Camargo, está en «peligro» tras la aparición de un argayo en la ladera de una finca ubicada ... a unos 300 encima de la cavidad, refugio de un importante yacimiento del período Magdaleniense Inferior, de unos 16.500 a 14.000 de antigüedad. La Dirección General de Patrimonio y Memoria Histórica se centra desde hace semanas en recabar datos y realizar un estudio geológico completo para conocer el impacto tanto de esta grieta como también de un soplao surgido justo en las inmediaciones de la gruta, ya precintado. ¿La causa? Los expertos apuntan ya a un origen concreto detrás de ambos fenómenos: unas obras «sin autorización ni licencia» ejecutadas hace unos tres años por la Junta Vecinal de Igollo de Camargo. Las consecuencias de esta actuación preocupan tanto a la directora general del área, Zoraida Hijosa, como al concejal de Cultura en el término municipal, José Salmón, ambos preocupados por las consecuencias de esta actuación en este entorno protegido por la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria.
La grieta tendrá cerca de cien metros de largo y más de uno de altura en algunas zonas de la ladera. Y va a más, según vienen apreciando los vecinos de los barrios contiguos de Las Canteras y el Juyo desde la misma mañana en que la tierra dijo basta y empezó a desprenderse de la ladera del monte, la noche del 4 al 5 de enero. A la mañana siguiente, cuando vieron la mordida, los residentes rápidamente pensaron en la cueva de El Juyo, situada a unos cientos de metros en el corazón de este mismo montículo, prácticamente debajo de la finca. Cuando la noticia pasó de los vecinos al Ayuntamiento de Camargo y y más tarde a la Dirección General de Patrimonio, los técnicos que fueron a sondear la zona confirmaron la existencia de un soplao, «primer efecto visible de esta actuación incontrolada, como podría serlo igualmente el argayo producido en lo alto de la colina», apuntan desde el Ejecutivo.
¿Pero en qué consisten las obras de la pedanía que tanto habrían afectado a la cueva? Patrimonio sostiene que los trabajos sin autorización han incluido la ejecución de movimientos de tierra, rellenando y allanando una gran superficie de terreno con toneladas de grava a modo de «pavimento todo-uno», según describen. Resultado: se ha desviado el cauce natural de las aguas de un arroyo que desciende por la colina y se sume junto a la cueva de El Juyo. Desde Patrimonio Cultural estiman que estas labores de relleno y compactado así como la alteración de la red hídrica local pueden acarrear graves perjuicios al equilibrio del sistema kárstico en el que se integra la cavidad y, por tanto, a la conservación de la propia cueva.
Yacimiento de gran valor
La cueva de El Juyo alberga uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Magdaleniense cantábrico, así como grabados parietales del Paleolítico superior y otras evidencias de época tardoantigua. Fue ampliamente estudiada por el recientemente recordado Joaquín González Echegaray.
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