El PP de Camargo, abierto a gobernar en solitario o a un pacto con Vox o PRC

Transcurridas horas del resultado electoral que ha dado la victoria al PP y ha supuesto el varapalo del PSOE y del PRC, que pierden su gobierno en coalición en Camargo, el próximo alcalde del municipio tiene clara su hoja de ruta: tender la mano de la negociación a los dos partidos y establecer el primer contacto con ellos. «Con el PRC, también».

De entrada, la pretensión de Movellán es hablar con Vox, una formación que ha conseguido irrumpir con fuerza en el Ayuntamiento, logrando dos concejales y ganando para sí la posibilidad de entrar al gobierno local. Con la suma de fuerzas, el PP conseguiría rebasar la mayoría necesaria para formar gobierno. A priori, conforme a cómo se ha teñido el mapa electoral a nivel regional y nacional y la sintonía predominante que marcará muchos de los pactos a nivel general, el bipartito PP-Vox en Camargo se presenta como la opción más previsible.

Pero también está, cuestión de números, la alianza PP-PRC. Con los diez concejales del PP y el único que tiene el PRC, con Eugenio Gómez, bastaría para formar gobierno. Se trata de un extremo que el propio Movellán dejó encima de la mesa como una probabilidad más, que no hay que descartar. Él, dijo, lo va a intentar, va a tratar de lanzar el guante y a ver qué pasa, desechando que se trate de un juego político. «Vamos a hablar con estos dos partidos políticos a ver qué idea tienen», expresó el popular.

Pero desde las filas regionalistas, las primeras sensaciones son bien distintas. Con ciertas reservas interpreta el regionalista que pueda darse un pacto de este calibre en el municipio. Es más, Gómez tiene bastante claro que esa llamada de los populares no se va a producir siquiera.

Como expresó a El Diario Montañés, Eugenio Gómez cree que al PP de Movellán «no le vamos a hacer falta». Incluso, dijo, «no creo ni que nos llamen». Para el regionalista, el resultado electoral ha dado la victoria al PP porque responde a una «marea», la misma que salpicó de azul el mapa electoral en 2011. En cuanto al hundimiento del PRC, Gómez, que es uno de los más veteranos en la Corporación municipal pues lleva en política desde 1979, el votante «ha castigado al PRC», pero es algo, dijo, «que ya sucedió con Hormaechea y volvimos a resurgir».

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El líder de Camargo de Vox, Javier Barrón, declinó hacer declaraciones al respecto, asegurando que es pronto para hablar de pactos o echar quinielas porque, enfatizó, «no sabemos nada». Lo que no explicó es si ese «no sabemos nada» se refiere a lo que ha establecido su propio partido para formar coaliciones o a si los populares se han puesto en contacto ya de alguna manera con él.

A la hora de decantarse por Vox o PRC, Movellán aseguró que «los vecinos serán el mejor termómetro» y que, a este respecto, recogerá la opinión tanto de los pedáneos como del a pie de calle para saber cuál de las tres opciones son las preferibles.

Alianzas y posibilidades al margen, el gobierno de Diego Movellán está en ciernes y a este respecto, el PP ya tiene una hoja de ruta marcada en cuanto a qué será lo primero que haga una vez llegue a la Alcaldía. Para Movellán, hay dos ideas claras a corto plazo de las que ya habló en campaña.

En primer lugar, el próximo alcalde de Camargo explicó que su prioridad será «empezar a trabajar por la mejora de los servicios, especialmente el de la limpieza viaria y recogida de basuras». En este sentido, Movellán puso de manifiesto que cumplirá con este objetivo a corto plazo, renovando de manera total contenedores y cumpliendo con un servicio que será diario y frecuente en todos los pueblos.

También, dentro de lo primero que hará el popular una vez llegue a la Alcaldía será hacer desaparecer la pantalla del centro urbano de Maliaño-Muriedas, porque, dijo, tiene como cometido «promocionar a la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado». Un alcalde, añadió, «tiene que estar en la calle, no en una pantalla y eso es lo que voy a hacer yo».

La llegada de Movellán al municipio, sumado al castigo que ha sufrido el PRC salpicado por el caso de corrupción urbanística y el PSOE a nivel nacional, han propiciado la caída de los socialistas con Esther Bolado, a la cabeza. Pese a ser la fuerza más votada en las anteriores elecciones y a mantener el número de concejales que en la anterior legislatura –ocho–, el desalojo de Bolado será inminente.