Las semillas de El Pendo repueblan todo el arco de la Bahía de Santander

Precisamente dentro de este ámbito de actuación trabaja la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), organización creada en 1994 con el objetivo de conservar el patrimonio natural y restaurar las especies amenazadas de la flora y la fauna silvestres.

Su última actuación tuvo lugar este miércoles en el Centro Etnobotánico de El Pendo, en Escobedo de Camargo, y consistió en una recolección de semillas de árboles autóctonos con los que, posteriormente, repoblar los espacios del Anillo Verde de la Bahía de Santander.

Uno de los objetivos principales del proyecto Anillo Verde de la Bahía, en el que se inscribe esta actividad, es la lucha contra las especies invasoras. Por eso, la Fundación organiza voluntariados periódicos para eliminar plumero, uña de gato u onagra. Sin embargo, tal y como señala la coordinadora de educación ambiental de Fundación Naturaleza y Hombre, Laura Dorado, es «tan importante controlar estas especies como plantar vegetación autóctona en su lugar porque, además de incrementar la biodiversidad, hace que a aquellas les cueste más colonizar el ecosistema».

La cita comenzó a las 10 de la mañana cuando más de una decena de voluntarios se presentaron en las instalaciones de la FNYH en El Pendo. «Me parece una actividad fascinante y didáctica para ayudar a hacer más bonito el sitio donde vivimos», señaló Alejandra, una de las participantes.

Junto a ella, padres, madres, jóvenes y niños se sumergieron en las explicaciones de Dorado para comenzar a identificar los árboles objetivo de la jornada. «Finales de verano es una buena época para recolectar semillas de árboles autóctonos como serbal del cazador, cornejo, majuelo, tilo, etc», indicó.

Además, la coordinara quiso destacar la riqueza de toda la zona del arco de la Bahía de Santander pero lamentó que estuviera «demasiado utilizada y antropizada». «Al ser un área antropizada, es una zona donde las especies invasoras proliferan con mayor facilidad por alteraciones de terreno y movimientos pero también quedan muchos espacios que podemos conservar y que hemos ido restaurando a través de distintos proyectos europeos», indicó Dorado.

Antes de iniciar la recogida de simientes, la empleada de la Fundación realizó un recorrido por todo las instalaciones juntos con los voluntarios para identificar cada uno de los árboles de los que, posteriormente, recogerían las semillas. «Llevamos aquí en El Pendo 20 años, por eso tenemos todo este arbolado alrededor del vivero. La Fundación compro este terreno y lo reforestó entero y, a día de hoy, se ha convertido en Área de Especial Interés El Pendo - Peñajorao, que es un lugar bastante espectacular que merece la pena conocer», explicó.

La recolecta duró casi hora y media se basó en recoger semillas de cornejo, majuelo, tilo, arce, serbal y aliso por diversos puntos de la zona. Al final de la actividad, cada voluntario ordenó sus simientes y se los entregó a la Fundación. «Alguna de estas semillas tardan tres años en crecer, por eso la Fundación las mete en el frigorífico durante el invierno para acelerar el proceso de germinación», apuntó Dorado. Además, la coordinadora anunció a los voluntarios que la plantación tendrá lugar en alguna de las trece reservas del Anillo Verde de la Bahía de Santander entre las que se encuentran las marismas de Alday, el bosque de Peñas Negras, el paraje de la cueva de El Juyo o el Pozón de la Dolores.