«No tengo temor a una moción de censura», dice la alcaldesa de Camargo

El equipo de Gobierno de Camargo afronta una semana clave para su futuro. Tras el anuncio por parte de la alcaldesa, Esther Bolado, de someterse a una moción de confianza vinculada a los Presupuestos, ante la que asegura no tener «ningún temor», las ejecutivas de los respectivos partidos de la oposición se han reunido para debatir su posiciones.

Un ultimátum en toda regla el que ha adoptado la regidora camarguesa para intentar sacar adelante las cuentas de 2018. No obstante, todo parece indicar que no será así porque, aunque sólo hace falta una mayoría simple para refrendar el apoyo a la alcaldesa, los cinco votos de su partido y los tres de su socio de gobierno, el PRC, no serían suficientes. Así, de cumplirse esta quiniela, el resto de partidos dispondría del plazo de un mes para registrar una moción de censura (a excepción de Marcelo Campos que su condición de concejal no adscrito no le permite promover este tipo de iniciativas), presentar un candidato alternativo y refrendarlo con mayoría absoluta en el pleno para desbancar al actual equipo de gobierno de la Casona. Finalmente, existe un último escenario que contempla que, de no presentarse ninguna moción en ese plazo de 30 días, el Presupuesto se aprobaría automáticamente.

Sin embargo, el portavoz popular y exalcalde, Diego Movellán, no quiere adelantar acontecimientos y asegura que, «por el momento, no contemplan la posición de una moción de censura». Y es que el PP camargués defendió una posición basada en seguir trabajando con el equipo de gobierno y el presupuesto prorrogado a través de «apoyos puntuales» por la vía del «diálogo, el trabajo mutuo y los acuerdos». Eso sí -asegura- que «tengan cuidado», porque «las mociones las carga el diablo y el resultado puede ser el que no se esperan» y, de llegar el caso de registrar una moción de censura, «al PP no le va a temblar la mano porque no tengo miedo a ser alcalde». Sin embargo, Movellán ha anunciado que mediante esa vía, «se cerrarían todas las opciones de diálogo», porque vincular los presupuestos a una moción de confianza es un «subterfugio legal», ya que supone aprobarlos «sin apoyo, por la puerta de atrás y dejando el balón en las manos de la oposición».

Por otra parte, IU ha dejado bastante clara su posición. Su portavoz municipal, Jorge Crespo, aseguró a este periódico que «como la Alcaldía esté mintiendo públicamente sobre los quince acuerdos a los que se comprometió con nosotros en el Pleno de investidura, en lo que a confianza se refiere, no podemos tener mucha». Además reiteró que «confianza» en este equipo de gobierno «no podemos tener» por que «la alcaldesa lo ha vinculado a unos Presupuestos que no ha hablado con nosotros». Y es que -añade- «no hay voluntad de hablar por parte de bipartito». «Esther Bolado es una persona de finales, no de principios. Por eso, ha elegido esta moción perversa para sacar el Presupuesto adelante».

Una pieza clave en este encaje de bolillos la podía tener el concejal no adscrito, Marcelo Campos, exconcejal de Servicios Sociales expulsado de Ganemos y del equipo de gobierno. La secretaria de la marca Ganemos en Camargo, Jimena González, ha expuesto que el partido seguirá «su línea coherente» y eso supone «no tener confianza en un equipo de gobierno del que nos han querido sacar desde el principio». Por tanto, no existe «garantía ni confianza de nada en esta gente que no respeta los pactos».

Con dos de los tres partidos de la oposición prácticamente decantados, la alcaldesa parece tener complicado refrendar su confianza. Sin embargo, Bolado aseguró que «la cuestión de confianza que hemos planteado es un acto de responsabilidad con los camargueses porque es fundamental que el Presupuesto de 2018 salga adelante, ya que se trata de un documento económico que es el más importante de la historia del municipio y el más social».

Igualmente, la regidora se pone en el peor escenario vaticinando que, de no salir adelante las cuentas, «no sólo peligrarían proyectos fundamentales para Camargo y se paralizaría la administración sino que incluso, como advierten los servicios municipales, podría poner en serias dificultades el pago de las nóminas de los trabajadores del Ayuntamiento a finales de año». La alcaldesa también se ha planteado el peor escenario posible. «No tengo ningún temor a una hipotética moción de censura porque mi interés por los vecinos está por delante de cualquier otra cuestión». Habrá que esperar a este miércoles para conocer el desenlace.