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Ya aseguró el pasado miércoles el alcalde de Camargo, Diego Movellán, que habría «normalidad» ante la huelga que afecta desde el viernes a los servicios de limpieza viaria y de recogida de residuos sólidos urbanos. Y parece que ha cumplido con lo prometido. Ayer, ... después de tres días de parón, todo parecía estar en su sitio en el municipio. Una realidad que no tiene por qué ser necesariamente positiva. Al menos así es para el sindicato USO (asesor en el conflicto), desde el cual critican que se está reforzando con trabajadores de otras contratas los ya de por sí «abusivos» servicios mínimos, algo que va «en contra de los derechos de los trabajadores».
Parece que USO va a tener trabajo por delante. No sólo han recurrido los servicios mínimos establecidos desde el Consistorio porque los consideran abusivos al estar «por encima del 50% del que habla el alcalde». Ahora también tienen pensado interponer otra denuncia porque, según informan desde el sindicato, estos días una de las dos empresas afectadas, Geaser, ha reforzado las labores con un trabajador de El Astillero. «Es una decisión que va en contra de los trabajadores, que dejan de cobrar por ir a la huelga para que venga un empleado de otra contrata a suplir su trabajo», lamentan los sindicalistas, que tildan lo ocurrido de «aberración».
Estas determinaciones ante el conflicto están «encrespando y tensionando más a la plantilla», insisten desde USO, y también valoran que a «excepción de los servicios mínimos, el seguimiento está siendo al completo tanto por los empleados de Geaser como por los de la otra empresa involucrada, Sintrasa». Con todo, creen que cada vez se hace más complejo un acercamiento. No obstante, es una conflictiva estampa que no trasladan desde el Ayuntamiento camargués, desde donde hablan de que «no hay ningún problema reseñable», a preguntas de este periódico.
No obstante, hace unos días el alcalde de Camargo incidió en que este es un conflicto laboral que se debe a un «desacuerdo» entre la empresa y los trabajadores y que proviene, dijo, de una situación «heredada» por la «falta de gestión de los anteriores equipos de gobierno municipales», que «debían haber licitado desde 2016» los nuevos contratos. El principal punto de tensión es salarial y parece que no se atisba un final próximo; el viernes los dos actos de conciliación que se celebraron en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla) entre los comités de huelga de las adjudicatarias del servicio de limpieza viaria y de la recogida de basuras de Camargo y las adjudicatarias se cerraron sin avenencia.
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