Vecinos de la plaza María Blanchard exigen a Camargo una solución contra la «suciedad»

El problema se explica, reconocen muchos de ellos, con dos razones: el «incivismo de algunos, no pocos», pero también con la «ausencia de una regularidad adecuada» por parte de los servicios de limpieza municipales. El Ayuntamiento, que coincide en el primer argumento, no en el segundo, reiteró ayer su compromiso con el mantenimiento de este entorno, y recordó que los operarios de Parques y Jardines y de Sintrasa trabajan para ello «a diario».

Plásticos, bolsas de basura, mascarillas... «Y eso que hoy está bastante limpio». Deva Saro, vecina de la plaza María Blanchard, corroboraba la queja esa misma mañana. «Es verdad que hay gente que es muy sucia y gestiona sus residuos como quiere, pero tampoco nos vendría mal que aumentaran la limpieza por aquí», exponía, antes de recordar el peligro que este tipo de restos pueden suponer tanto para las familias como los animales: «Yo misma me corté un día al quitarle a mi perro una lata de comida que habían tirado por ahí. Puede ser peligroso para mascotas, niños... Para cualquiera, más en la situación que estamos viviendo».

Y el viento no ayuda. A nada que los plásticos y desperdicios rebosan los depósitos -los comunes y los contenedores grandes-, las rachas de aire se encargan de convertir algunos accesos en puntos negros bien conocidos. «Ahí suelen acumularse mucho, también por esta zona», señalaba.

Que los receptáculos queden «desbordados» con facilidad también tiene otra explicación, a juicio de los moradores de la plaza María Blanchard: la gestión que uno de los dos supermercados situados frente a la zona -en la calle Gutiérrez Solana- lleva a cabo con los residuos como resultado de su actividad diaria. «Cartones, muebles... Dentro y fuera de los contenedores», lamentaba Luis Espinosa, otro vecino que pide mayor frecuencia en los servicios de recogida y limpiezas, y que señaló el mal estado que revelan muchos de los contenedores: «Lo normal sería que tuviera el suyo propio, como hace el otro establecimiento comercial ubicado al lado».

Uno de los remedios que el Ayuntamiento está esperando para acabar con esta situación es precisamente la reposición de nuevos contenedores, proyecto «cuyos pliegos ya están redactados y sólo falta sacar a concurso», como avanzó ayer el concejal de Servicios, Jesús María Amigo, antes de lamentar el «incivismo de algunos» a la hora de gestionar sus residuos. «Es un problema, también lo del supermercado, y estudiaremos una solución para garantizar el buen estado de esta zona y de las familias. También digo: los servicios de limpieza pasan todos los días a primera hora de la mañana», aseguró el edil.