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La zona es algo más que un paraíso para los plumeros (Cortaderia Selloana) y no por estar lejos del centro deja de ser un problema ... para los vecinos, que ya han denunciado la situación vía redes sociales y avisado a la Junta Vecinal. Les preocupa la cantidad de basura que se acumula desde hace semanas en una senda próxima al cementerio de Revilla, a un costado de la autovía S-30, cerca del barrio La Calva. Y la imagen es la de siempre: un triciclo, ladrillos, escombros, sacos de obra... De todo. Lo habitual en cuanto un rincón, en este caso el lateral de una vía sin salida y con único acceso a fincas privadas, pasa a depender de la falta de civismo. Resultado: un vertedero ilegal.
El Ayuntamiento de Camargo ya se ha puesto en contacto con la presidenta de la Junta Vecinal de Revilla, Raquel Cuerno, para abordar la solución. Su compromiso en este tipo de situaciones es firme: «Tan pronto como se tiene conocimiento de este tipo de hechos», el Consistorio envía a los operarios de limpieza para que retiren los enseres y escombros que haya depositados. Se limpia la zona y se acabó el problema. La solución se complica un poco más, sin embargo, cuando ni siquiera la Administración tiene claro a quién corresponde esa tarea.
Y esa es precisamente la incógnita que tienen pendiente ahora mismo el Ayuntamiento, la Junta Vecinal y un tercer actor invitado a la escena, el Ministerio de Fomento. ¿Por qué? Fundamentalmente porque la senda donde se encuentra la basura está prácticamente pegada a la autovía S-30 -competencia de este departamento, dirigido en funciones por José Luis Ábalos- lo que pone en duda su titularidad y, en consecuencia, su cuidado en este tipo de intervenciones.
Conocedor de este inconveniente, el concejal de Servicios Municipales del Ayuntamiento, Jesús María Amigo, ya ha compartido esa conclusión con la presidenta de la Junta Vecinal. Próximo paso: comprobar si se trata de una competencia estatal o municipal para poder retirar la inmundicia cuanto antes. A renglón seguido, el responsable municipal lamentó «las actitudes incívicas por parte de particulares o empresas que vierten enseres y escombros donde no deben, ya que deberían ser responsables y gestionar adecuadamente sus residuos».
De ahí, Amigo pasó a recordar «el fruto» que han dado las campañas informativas del Ayuntamiento «recordando a los vecinos los medios que tienen a su disposición para llevar a cabo una correcta gestión de sus desechos». Según el Ayuntamiento, el Punto Limpio de La Maruca contó en 2018 hasta 37.352 usuarios, es decir, 15.023 más que en 2015. El año pasado se recogieron ahí más de 10.000 toneladas de basura que supusieron el 18,36% del total recogido en Cantabria.
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