El virus se propaga con fuerza en Camargo, el gran núcleo con mayor nivel de contagio

Este recuento hace tiempo que «preocupa, y mucho» a la alcaldesa, Esther Bolado: «Vemos que los casos aumentan, sobre todo desde el viernes 16 de octubre, que ya están disparados, pero sin poder atribuirlo a un foco concreto. La única explicación posible es que el casco urbano de Maliaño y Muriedas concentra a más de 20.000 habitantes y ahora hacemos más vida social de puertas para adentro, que fuera».

Bolado remarca que «hemos puesto todas las medidas que están en nuestra mano, incluso hemos sido más restrictivos de lo que indicaba Sanidad, tanto en el ámbito deportivo, con todas las instalaciones cerradas incluso en verano; con la mayoría de los parques precintados y los pocos abiertos desinfectándose dos veces al día; aforo limitado a un tercio en La Vidriera... Y también estamos siendo muy estrictos con las sanciones tanto por no usar mascarillas como en el control de las fiestas ilegales y los botellones. Y ahí tengo que agradecer la colaboración ciudadana». Y lamenta que, llegados a este punto, «no podemos hacer más que apelar a la responsabilidad individual y recordar que la familia y los amigos también transmiten el virus, para que no nos relajemos, que es el problema de fondo». A la espera de la aplicación del nuevo decreto, a la alcaldesa no le consta que Sanidad tenga previstas restricciones añadidas para contener la pandemia en Camargo. «De momento, no me han dicho nada».

La subida más notable en el número de contagios la apunta Santander, con 62 casos nuevos en 24 horas, que ya roza una tasa de incidencia acumulada de 400 casos por cada 100.000 habitantes. Según los datos del miércoles, 759 residentes en la capital cántabra están pasando la enfermedad. Y es aquí, precisamente, donde vivía uno de los últimos cuatro fallecidos. Los otros tres, según su tarjeta sanitaria, tenían sus domicilios en Valdáliga, Miengo y Villacarriedo, que ya suma cuatro muertes desde que comenzó el brote a principios de octubre. «Los cuatro de la residencia de mayores», según confirma el alcalde del municipio, Ángel Sainz.

Torrelavega, por su parte, aunque crece en casos activos (sumó 17 el miércoles), mantiene una tasa acumulada menor que el resto de grandes núcleos (está en 271 por 100.000 habitantes), y lo mismo ocurre con Santoña, el otro municipio cántabro al que también se impuso un cordón sanitario en septiembre, que se sitúa en 181. Más preocupante es la evolución del virus en Castro, donde 150 personas están pasando la enfermedad actualmente. Allí la incidencia acumulada es de 477 casos por 100.000 habitantes, solo superada por Camargo y por Laredo, que también supera los 500 casos por 100.000 habitantes.

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