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El tema de las 51.000 mascarillas caducadas que han aparecido en Camargo sigue dando titulares. Esta vez ha sido el exvicepresidente del Gobierno de Cantabria, el socialista Pablo Zuloaga, quien este miércoles salió al 'escenario' político para afirmar que «no tiene nada que ... decir» sobre el material quirúrgico aparecido en una nave de Revilla y encontrado por el actual alcalde, Diego Movellán (PP). Zuloaga realizó estas declaraciones después de que la exalcaldesa del municipio, de su mismo partido, Esther Bolado, acusara a Movellán de realizar «acusaciones veladas». El líder de los socialistas no defendió a su alcaldesa este miércoles, ya que dijo, «es ella –Bolado– la que debe dar todas las explicaciones». Tampoco hizo lo contrario –aseguró que su compañera las daría–. Zuloaga optó por no entrar en la polémica que ha enfrentado a la exregidora con el actual alcalde de Camargo por un asunto que no ha sido aclarado y que continúa generando muchas dudas.
Movellán alertó a comienzos de esta semana del hallazgo de 51.000 mascarillas caducadas en unos almacenes de Protección Civil, «que fueron compradas por la anterior Corporación municipal, en unas fechas que coinciden con una visita realizada por el exministro Ábalos y su asesor Koldo García a esta localidad». A este respecto, su antecesora en el cargo animó a Movellán a acudir al juzgado «si existen irregularidades en la contratación de la compra de mascarillas». A la vez, le advirtió de que si no era así, ella misma interpondría una denuncia contra el alcalde «por insinuaciones y acusaciones veladas».
El alcalde popular aseguró que iba a investigar la procedencia de los cubrebocas, así como qué personas del anterior equipo de gobierno eran responsables de las mismas. Movellán se ha preguntado –públicamente y ante los medios de comunicación– «por qué se han dejado caducar las mascarillas si hasta julio de 2023 su uso era obligatorio en hospitales y residencias». No entendemos –enfatizó el regidor– por qué «no nos dijeron que ese material estaba ahí, aún cuando gran parte caducó en la anterior legislatura». Movellán apuntó que, «a pesar de que la mayor parte de las mascarillas prescribieron en enero de 2023, hay otras cajas cuyo contenido fue válido hasta el 29 de diciembre de 2023». Para Movellán, resulta «incomprensible semejante despilfarro», más cuando «podríamos haber destinado ese material a residencias de ancianos, centros sanitarios o en el Centro de Daño Adquirido del municipio». Por su parte, Bolado aseguró que es una maniobra política para «desviar la atención» de las cuadrillas sexistas».
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