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Es otra de las especies invasoras que amenazan las masas de agua de la cuenca del Ebro, aunque se podría decir que es una de ... las más novedosas. Así, con el objetivo de vigilar la posible expansión de la almeja asiática (Corbicula fluminea), la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha puesto en marcha una campaña de control que ayer inició su recorrido en el pantano del Ebro, en la conocida como laguna de Lanchares, junto a la localidad de La Población (Campoo de Yuso).
En esta ocasión, en los muestreos contratados por la CHE, se incluyen por primera vez los de almeja asiática, sumándose de este modo al seguimiento que cada verano, desde hace más de 15 años, el Organismo realiza de otro bivalvo invasor, el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) o en los últimos cinco años, a las prospecciones de caracol manzana (Pomacea spp.), desarrollados en la zona del bajo Ebro.
Tal y como ha confirmado el Organismo, los nuevos muestreos se prolongarán durante este mes de agosto y el de septiembre, coincidiendo con una situación de caudales bajos en el Eje del Ebro, condición favorable para poder realizar las revisiones en el lecho del río, con el objetivo de comprobar el alcance de la presencia de esta especie.
Fue hace dos años cuando se localizaron los primeros indicios de la presencia de la almeja asiática en el pantano del Ebro. Entonces se hallaron conchas de esta especie y, ayer, se confirmó con la extracción de varios ejemplares vivos, aunque a falta del análisis y de la publicación de los resultados, todo parece indicar que la población no habría crecido, tal y como aventuraron los técnicos contratados por la CHE, que este miércoles se sumergieron y estudiaron las aguas del embalse.
La almeja asiática es una especie exótica e invasora, característica de los ecosistemas acuáticos de agua dulce y originaria de Asia, África y también de Australia. Su expansión se ha realizado por amplias zonas del planeta asociada al comercio global, la agricultura, las actividades recreativas y el transporte. «Como el resto de especies invasoras, produce importantes alteraciones en los ecosistemas acuáticos e impactos económicos en las zonas que coloniza, siendo uno de los principales problemas medioambientales a los que se enfrenta la comunidad científica», advertía en 2017 Miguel Ángel Toca, técnico del Consistorio de Campoo de Yuso y actual concejal.
Se trata de una especie invasora que compite con ejemplares autóctonos de mejillón y náyades, principalmente. Si el mejillón cebra se adhiere a las conchas de las náyades, consiguiendo asfixiarlas, la almeja asiática compite con ellas por el espacio y la comida.
Los ejemplares de esta especie tienen un tamaño de entre 3 y 5 centímetros de longitud y valvas ovaladas de consistencia dura, con estrías de crecimiento muy marcadas. Presentan una coloración normalmente en tonalidades marrones, verdosas y amarillentas. Se trata de una especie de crecimiento rápido, pudiendo llegar a vivir hasta siete años.
Sus hábitats son los fondos de arena de arroyos, ríos y lagos de aguas claras y bien oxigenadas, si bien no tolera las aguas muy contaminadas. En general se trata de una especie de rápido crecimiento, madurez sexual temprana, ciclo de vida corto y alta fecundidad.
Según han explicado desde la CHE, este está siendo un año de muchas novedades en la lucha contra las especies invasoras, ya que a las actuaciones dirigidas a evitar la propagación del mejillón cebra, del caracol manzana y ahora, de la almeja asiática, se une el desarrollo e implantación de nuevas herramientas de trabajo, como son los sistemas de monitorización en continuo. En este sentido ya se instaló en 2017 un equipo en el embalse del Ebro para vigilar las larvas de mejillón cebra. Entonces la CHE invirtió 15.000 euros en un equipo avanzado en automatización que permite la programación y el control del sistema (tiempos, volúmenes, obturación de filtros,...) por conexión remota y que se refuerza con la recogida mensual de muestras de agua del equipo por personal cualificado y posterior análisis en el laboratorio. Si se detectara la presencia de larvas, se realizaría una comunicación inmediata.
El equipo se ubica en el edificio de coronación de la presa del embalse del Ebro, en Arroyo, y permite un análisis físico-químico del agua de los parámetros considerados más importantes en relación al desarrollo del mejillón cebra y un posterior análisis cuantitativo y cualitativo de larvas mediante microscopía en laboratorio.
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