La aparición de grietas y soplados alarma a los vecinos de Las Fuentes en Reinosa

Tres años después de este episodio, las cosas van a «peor». El deterioro del terreno se nota «día a día», según denuncian varios de los afectados a éste periódico. Se trata de un área de apenas cien metros lineales, con un arroyo encauzado «a principios de siglo», a través de una actuación de saneamiento llevada a cabo por la Administración Central.

Esa obra en concreto contemplaba el encauzamiento del arroyo con la colocación de colectores e iluminación en el entorno. Según refieren los vecinos, en 2019 se solventan los primeros soplados con rellenos pero eso no soluciona nada a posteriori. En un primer aviso al Consistorio, éste les indica que se trata de «una propiedad privada» y que, como tal, la responsabilidad es de el propietario. Esa es «la primera sorpresa», indica Pablo Santiago, un joven reinosano que acaba de arreglar la casa de su familia y ha invertido en ella todos sus ahorros. Desde entonces, relata junto a sus vecinos Fernando y Ángela, han acudido varias veces a ver al concejal de Obras, Álvaro Zabalía, y éste poco o nada les ha sabido aclarar para poner solución al problema. «Están echando balones fuera, si la propiedad es privada que requieran para actuar o lo hagan de forma subsidiaria porque hay peligro para las viviendas y personas», sentencia Pablo, que presentó una denuncia en septiembre y que solo pide que se les ayude y se haga «un estudio serio» de lo que pasa en el subsuelo.

Que el terreno se hunde se aprecia en un corto paseo por la zona. La escollera derecha del arroyo hace una 'u' pegada al puente y junto a esto hay un inmueble, en el que vive Fernando, al que ya han tenido que inyectar hormigón y reforzar las vigas porque se inclinaba. Las grietas son visibles en los edificios y muros perimetrales. Farolas entornadas y paredes despegadas que alertan de que algo no va bien. «Esta semana ha aparecido un nuevo agujero», comenta Pablo enseñando una grieta en el muro de la casa que acaba de arreglar. Unos días después de esta entrevista el soplado ha aumentado bastante su diámetro.

Hasta el momento nadie les ha explicado «nada» y tienen miedo de que esto se convierta en «un nuevo caso como Quintanal y La Nevera», cuyos vecinos, tras años de incertidumbre por sus viviendas, han ganado la batalla judicial al Ayuntamiento.

En Las Fuentes desconocen aún el origen del problema pero critican la «inacción y la falta de interés» municipal ante lo que está sucediendo. Justo en paralelo, a unos metros, en la calle San Roque, unos obreros ejecutan una obra de canalizaciones y se escucha con nitidez el discurrir de un río por el subsuelo. Uno de los operarios señala al pavimento y explica que allí hay «un blandón», es decir, un terreno que se deforma donde acaban de hormigonar. En las viviendas más nuevas de esa calle llevan desde 2019 bombeando agua día y noche.

Desde el Consistorio, el concejal del área, Álvaro Zabalía, explica que se ha pedido un estudio a la empresa del agua, Aqualia, sobre la obra de los colectores y que ya le han adelantado que funciona todo «correcto». Un documento que, cuando esté completo, «remitiremos a Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)», dice. ¿Quiere decir que el origen del problema está en la CHE?, le preguntamos. «No, el Ayuntamiento no piensa eso», contesta. ¿Entonces, tienen alguna idea de lo que pasa?, insistimos. «Es un tema complejo por lo que no debemos adelantar hipótesis», zanja dejando sin respuesta cierta si se ha estudiado el asunto desde la primera denuncia en 2019 o si se ha pensado en hacer el estudio técnico del subsuelo que piden los vecinos.

Desde la CHE se tiene claro que pase lo que pase ellos solo autorizan las obras y que, «las actuaciones de conservación, mantenimiento y encauzamiento en núcleo urbano corresponden a la administración competente en urbanismo», en este caso el Ayuntamiento.