El Ayuntamiento de Pesquera lleva un mes incomunicado

Sobre este problema, el alcalde de Pesquera, Julián Gutiérrez, ha criticado la «situación de precariedad» con la que están trabajando en las oficinas municipales. Según éste, llevan desde el día 12 de noviembre sin teléfono fijo ni internet. Al respecto, tanto el propio alcalde como la administrativo están prestando la atención al público con sus propias tarifas personales, algo que reduce el problema pero no lo soluciona. «Tenemos el servicio contratado con Movistar, que ya ha enviado tres operarios diferentes ante nuestras reclamaciones, pero todos coinciden en que el problema es de la firma Adamo, que fue la encargada de la instalación de la fibra en el municipio» resume Gutiérrez. El asunto se complica cuando se llama a la otra operadora aludida, porque esta les comunica que no les compete la solución porque no tienen contratado el servicio con ellos. «Adamo nos contesta diciendo que no somos clientes de ellos y nosotros queremos soluciones, ya que esta batalla de 'egos' entre compañías nos impide prestar el servicio al ciudadano de manera adecuada», subraya el regidor.

En el Ayuntamiento trabajan el alcalde, una administrativa, una secretaria (compartida con Santiurde de Reinosa) y cuatro operarios. «A la hora de realizar un certificado de empadronamiento o tramitar las nóminas de los trabajadores tenemos que utilizar nuestros equipos personales», explica la administrativo Raquel Quijano, que asegura que ya ha recibido «más de una alerta» de su compañía notificando su proximidad a gastar sus datos contratados en su tarifa personal. «La manera principal que tienen tanto los vecinos como las diferentes administraciones externas para contactar con nosotros es a través del teléfono fijo, que antes no paraba de sonar y ahora está silenciado del todo», lamenta Quijano, que advierte que esta falta de contacto puede dar pie a «malentendidos», ya que no todo el mundo puede desplazarse a las oficinas.

Por último, el regidor denuncia el «abandono» que sufre un municipio como el suyo, en riesgo de despoblación, de apenas 60 habitantes, que está ahora más incomunicado que nunca. «Se trata de un servicio que tiene que ser ofrecido de manera óptima en todos los municipios, independientemente de su extensión», reclamó.