Borrar
Un hombre observa las tareas de limpieza y el nuevo aspecto del cauce en la zona limítrofe entre Matamorosa y Reinosa. María Gil Lastra
El cambio de cara del cauce del Híjar

El cambio de cara del cauce del Híjar

Obras Públicas y Confederación avanzan en la limpieza del río que fue protagonista en las inundaciones de Reinosa y Campoo de Enmedio

Álvaro Machín

Santander

Sábado, 15 de febrero 2020, 14:06

Cuentan los vecinos que algunos de los ojos del puente de Matamorosa, el de la antigua N-611, estaban casi cerrados. Vegetación, sedimentos, piedras... «Acarreos», que dicen los técnicos. Andaba, entonces, medio ciego cuando llegó el torrente de agua. En el tramo comprendido entre ese punto y el cercano puente del ferrocarril es donde han coincidido estos días los operarios y las máquinas de la Consejería de Obras Públicas y los de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Están limpiando el cauce del Híjar tras las riadas que dejaron Reinosa y Campoo de Enmedio patas arriba. Las dos fotos que acompañan esta página muestran el antes y el después en la misma zona (con la vista, en la imagen grande, de la pasarela peatonal paralela a los puentes). Justo en la zona en la que ambas Administraciones han coincidido trabajando.

Porque unos (los de la Consejería) se encargarán de los trabajos en el entorno urbano y los otros (CHE), aguas arriba. Así, las cuadrillas del Gobierno de Cantabria empezaron (el pasado día 3) por el desagüe de la zona de Los Puentucos, que estaba también muy taponado. Su tarea se centra en el cauce entre Reinosa y Matamorosa. Y luego, según se anunció, también se limpiará la parte del Ebro.

La Confederación, por su parte, seguirá en el Híjar más allá de Matamorosa, hacia Campoo de Suso, y adelantó en su día que tenían previsto trabajar, además, en el cauce del Izarilla, desde el puente del ferrocarril (Matamorosa) hasta la desembocadura en el Ebro.

El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, explicó en el arranque de los trabajos que están procediendo a la retirada de «árboles caídos, troncos en mal estado y vegetación, así como vegetación de cualquier tipo, que pueda originar que se tapone el cauce y que se produzca una sobreelevación del agua por motivos no naturales». A esto se suman las tareas de desbroce de las márgenes del cauce. Eso, y la «recolocación de los depósitos de acarreos acumulados» y el transporte del material sobrante «a lugar de acopio». O sea, cargar el sedimento y el material que retiran y llevarlo a otro punto. Todo, con un coste de 149.067 euros.

Desde la Confederación aclararon que realizan «labores de recuperación de la capacidad de desagüe en cauces afectados por crecidas como consecuencia del efecto de la borrasca 'Elsa' el pasado 19 de diciembre». «Este fenómeno -añaden- sumó intensas precipitaciones y fusión nival y provocó un episodio de carácter extraordinario principalmente en el Híjar e Izarilla».

Gochicoa aseguró ayer a este periódico que el final de las obras, en lo que corresponde a su departamento, está previsto «para finales de marzo, como muy tarde» (depende también de las condiciones meteorológicas). Del mismo modo, el consejero se reunirá en Reinosa en los últimos días de este mes con María Dolores Pascual, presidenta de la CHE -que visitará la zona-, para analizar los avances ejecutados en los trabajos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El cambio de cara del cauce del Híjar