Detrás del objetivo en Campoo

Son unos apasionados de la fotografía y sus objetivos son practicarla aprendiendo cada día y, por supuesto, disfrutando. Hace ya casi dos años que nació la Asociación Fotográfica Campurriana (Asfocam), a iniciativa de tres aficionados que habían ido aprendiendo y desarrollando este hobby a través de los cursos que imparte en la comarca el fotógrafo Yuri Portolés.

Cinco personas formaron la junta directiva de esta entidad que hoy cuenta con 36 miembros. Alberto Alonso 'Zapa', es uno de los tres fundadores de la entidad «nos dimos cuenta de que en Campoo había muchas personas aficionadas a la fotografía y ninguna asociación que las uniera. Así, poco a poco fuimos dando forma a esta idea que ahora está consolidada». Recalaca Zapa que en Asfocam, «todo el mundo es bienvenido».

Uniformados con un chaleco de fotógrafo en negro, fácil es ver a los miembros de Asfocam desperdigados y siempre captando la imagen en los distintos eventos que se celebran en la zona, también en las calles, y sobre todo en plena naturaleza captando todo tipo de flora y fauna. Este último es uno de los temas predilectos de muchos de los miembros de la asociación.

Hace ya cerca de un año, el Ayuntamiento de Reinosa cedió a la entidad un local situado en el edificio público de la calle La Nevera, «estamos contentos porque es un lugar de encuentro en el que podemos realizar actividades sin necesidad de estar pendientes de solicitar una sala o un local». A cambio, como todas las entidades que disfrutan de un espacio público, Asfocam colabora con el Ayuntamiento en la puesta en marcha de distintas actividades, como el Concurso de Fotografía de San Mateo.

Todos los miembros de la asociación son aficionados pero, como explica Zapa, «el mundo de la fotografía ya no está tan limitado a los profesionales, ahora es más global porque cualquiera puede tener una cámara».

La colaboración y el aprendizaje son dos de los pilares de Asfocam porque explica Zapa, «si puedes enseñar lo que sabes a los demás, sea mucho o poco, siempre es algo bueno. Aquí nadie es más que nadie, cada uno puede tener su visión de una fotografía. No hay competencia por el hecho de saber más o menos».

Muchas son las actividades que ponen en marcha en el seno de esta asociación. Durante estos meses de invierno en que hay menos oportunidades de captar imágenes al aire libre, aprovechan el disponer de un taller para organizar cursos que habitualmente imparte Yuri Portolés. Durante este mes de febrero están realizando un curso de edición fotográfica y para el próximo marzo tienen programado un tercero de iluminación. Se mantienen además activos en las redes sociales donde cuelgan el resultado de su trabajo y de las distintas sesiones fotográficas que organizan en su local. Además, explica otra miembro de Asfocam, Nayara Gutiérrez, «tenemos muchas ideas. Organizamos salidas programadas pero también otras improvisadas, alguien propone salir a hacer fotos y siempre se apuntan dos o tres. De cara al futuro tenemos pensado organizar alguna exposición, un rally fotográfico,...». Para ella, es muy positiva la labor de la entidad, «quedamos para resolver dudas o para criticarnos las fotos. El hecho de podernos juntar nos enriquece a todos porque entre todos aprendemos».

Para Roberto Fernández, algo también fundamental es la labor de difusión de Asfocam, «hay gente que empieza a venir con su pareja y así se animan los dos a hacer fotografía, incluso con los niños, que van aprendiendo y hacen fotos muy chulas. Lo importante es ir inculcando el hobby a futuras generaciones». Consiera que, «la generosidad es parte de la esencia de esta asociación».

Muchas cosas ha conseguido esta asociación a lo largo de sus escasos dos años de vida, la principal el contar con más de una treintena de socios, que hacen que sea una entidad viva y llena de actividad. Entre los deseos que tienen para mejorar de cara al futuro, explica Alberto Gutiérrez que, «nos vendría bien alguna ayuda para conseguir un equipo informático, para gente que quiere iniciarse en programas de edición y que no tienen un ordenador adecuado. Esa es nuestra mayor necesidad ahora. También tenemos en vistas el contar con algo de equipo, flases, objetivos,... Todo con lo que contamos es de la gente de la asociación que en lugar de tenerlo en casa lo deja aquí para el uso común. Estaría bien tener algo propio», apunta.

Gutiérrez valora de forma muy positiva la evolución de la asociación, «hemos ido dándonos a conocer celebrando distintos actos como el concurso de San Mateo y colaborando con algún medio de comunicación. Hemos crecido porque la gente se ha ido informando según íbamos haciendo cosas. Ahora en invierno estamos un poco más parados por el tiempo y aprovechando para formarnos mejor, pero volveremos a las calles», recuerda el fotógrafo.

De esta manera, la afición por la fotografía ha unido a estos treinta y seis campurrianos en una entidad viva que desde que nació se ha esforzado por organizar actividades, por medrar como grupo y por plasmar Campoo en sus múltiples facetas, uniendo esfuerzos por mejorar día a día y continuar llevando a cabo proyectos.