El empresario reinosano Arturo Manso recibe la Cruz de Oficial del Mérito Civil

Campurriano de nacimiento, casado y padre de cinco hijos, Arturo Manso reside desde hace 22 años en Emiratos Árabes Unidos, donde ha desarrollado diferentes proyectos e iniciativas de carácter empresarial que han contribuido de una u otra forma a beneficiar a España y a la Marca España en aquel país y por los que se ha hecho acreedor a este reconocimiento.

CEO Regional de TEKA Middle East para los países de Oriente Medio, propietario del periódico local El Correo del Golfo -único diario en español en el Golfo Árabe- y miembro del Consejo de Administración del Colegio Español de Abu Dabi, Manso ha sido durante las últimas dos décadas un hombre de referencia para decenas de personas y empresas españolas que se han establecido en EAU y que han pasado por su oficina buscando un consejo o un asesoramiento certero.

Visto como un creador de nexos de unión entre Emiratos Árabes Unidos y España, un impulsor de sinergias entre empresas de ambos países y un español implicado en la ayuda a expatriados que se quieren establecer en Oriente Medio, Manso es, a juicio del embajador Íñigo de Palacio, la persona adecuada para recibir una condecoración que reconoce a quienes representan las mejores virtudes cívicas y contribuyen a la cohesión y convivencia democrática dentro y fuera de nuestro país.

«Hay cosas que no se pueden comprar con dinero, y, desde luego, la satisfacción que me produce esta distinción es una de ellas», ha indicado a este diario Manso, para quien recibir la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil «es la mejor compensación a todo el trabajo realizado y el mejor broche a mi carrera profesional en Emiratos Árabes, de la que mi esposa Salam es parte».

La Orden del Mérito Civil, de la que el cántabro Arturo Manso va a entrar a formar parte en las próximas horas, fue instituida por Alfonso XIII -por Real Decreto de 25 de junio de 1926- para premiar «(...) los servicios extraordinarios de los ciudadanos españoles y extranjeros en el bien de la Nación» y en la actualidad tiene como objetivo «(...) premiar los méritos de carácter civil adquiridos por el personal dependiente de alguna de las Administraciones Públicas incluidas en el ámbito de la Ley 30/92», como fue el caso del funcionario Alejandro Gállego, galardonado con la misma cruz, «o personas ajenas a la Administración que presten o hayan prestado relevantes servicios al Estado, con trabajos extraordinarios, provechosas iniciativas o con constancia ejemplar en el cumplimiento de sus deberes».