El Gobierno enfría el proyecto del campo de regatas del pantano «por falta de agua»

Lo que confirma el Ejecutivo autonómico es que el emplazamiento escogido inicialmente está descartado. «Donde estaba planteado no se va a hacer porque no hay agua», apuntan desde el departamento que dirige Eva Guillermina Fernández. Según la Consejería, esa ubicación está sometida a muchas fluctuaciones en el nivel de agua en función de la situación en la que se encuentre el pantano, por eso está buscando otras zonas más adecuadas. En concreto, se están analizando seis alternativas, aunque todas ellas tienen «condicionantes negativos». «Se está complicando porque ya hemos tenido que replantearlo hasta en dos ocasiones. Encajar el campo de regatas va a ser muy complicado en cualquier lugar porque hay poca agua», defiende Deportes, que anticipa que situaciones de sequía como la actual -el embalse está al 44%- serán cada vez más frecuentes.

El Gobierno cántabro insiste en que la «predisposición para seguir adelante continúa intacta», pero al mismo tiempo afirma que también hay problemas desde el punto de vista presupuestario -pese a que la obra ronda el medio millón de euros- y administrativo, ya que la empresa que se hizo con el contrato ha renunciado a la adjudicación. Esto implica que, al menos hasta que se descarte la construcción del campo de regatas, la obra pasa a ser responsabilidad de la segunda empresa de la lista. Si Cantabria renuncia definitivamente a llevar a cabo la actuación, la compañía podría reclamar a la Consejería una compensación económica.

Para el alcalde de Campoo de Yuso, Eduardo Ortiz, la «excusa» del nivel del agua es «una tochada» y argumenta que la prueba más evidente es que la creación de un campo de regatas tiene todos los avales de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que no es precisamente fácil de convencer. Además de un desprecio para la comarca, el regidor regionalista recuerda que en la ubicación escogida ya se han hecho una serie de inversiones previas como la creación de pantalanes y una zona de llegada. «Si esto se confirma sería el culmen de la confirmación de que este Gobierno no quiere hacer nada en Campoo. O por lo menos en esta zona de la comarca. ¿Qué pasa, que hay un Campoo rico y otro pobre? La estación de esquí solo se abre unos días al año y allí sí hay inversiones», critica el alcalde, que aún espera la llamada de la consejera para conocer su versión de primera mano.

El campo de regatas se diseñó con ocho calles de 2.000 metros de longitud, más los márgenes en las cabeceras, tal y como figuraba en los pliegos que elaboró el anterior equipo del área de Deporte, que dependía de Zuloaga y que en la presentación de la obra recordó que Cantabria estaría en «la élite de las infraestructuras para este deporte».

Pese a la posición de la Consejería, desde el PSOE no dan el proyecto por perdido y llevarán al Parlamento regional una proposición no de ley en la que reclamarán al Gobierno de Buruaga que inicie las obras «de inmediato». El texto recuerda que los socialistas dejaron acabado un proyecto que iba a suponer «un revulsivo para la comarca de Campoo, una oportunidad para, desde el deporte, generar economía y un atractivo turístico sostenible para la zona», evitando además que los regatistas cántabros de élite tengan que abandonar la región para entrenar, como ocurre ahora.

Los socialistas tampoco compran las excusas y señalan que hay campos de regatas en lugares como el Guadalquivir en Sevilla, una zona mucho más expuesta a la variación de nivel del río.

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