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Unas lluvias persistentes, que no dieron tregua en toda la jornada, y las elevadas temperaturas que arrastró el viento sur fundieron en apenas unas horas mucha de la nieve acumulada en las montañas de Campoo, provocando un desnieve que los ríos de la zona, de ... escasa cuenca, no fueron capaces de asumir. El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, José Luis Arteche, explica de esta manera la concatenación de fenómenos que provocaron la peor riada de la historia de Reinosa. «Es un tema mitad hidrológico, mitad meteorológico», resume.
Arteche insiste en poner a las lluvias el calificativo de 'persistentes', que es «más correcto» que 'intensas' para definir lo sucedido. «Lo más significativo es el tipo de precipitaciones: no han sido muy intensas, no ha caído mucho agua en un corto espacio de tiempo, sino que han sido continuadas, persistentes...», señala. Y apunta a los datos para apoyar sus interpretaciones: la estación que posee la Aemet en Nestares registró durante el jueves un total de 93 litros por metro cuadrado en casi 21 horas, mientras que en la de Alto Campoo se alcanzaron 105 litros en 23 horas.
El experto explica que la cantidad de agua caída no tendría que haber originado inundaciones de esta magnitud si no es porque en las montañas cercanas «hay mucha nieve acumulada». «Según la serie histórica, ha habido algún año que en Reinosa ha llovido más que ayer en 24 horas. Si cae esta cantidad en octubre, por ejemplo, cuando no ha nevado, no ocurre esto», explica el responsable de la Aemet en la región. Pero, advierte, «la lluvia es un elemento fundente muy importante, siempre preocupa, y en este caso, ha fundido mucha nieve en poco tiempo por la persistencia con la que ha caído».
A las precipitaciones hay que unir la subida brusca de temperaturas provocada por el viento sur, que en Alto Campoo provocó rachas de hasta 138 kilómetros por hora. «El sur, cuando asciende a las cordilleras, primero deja lluvias atrás y conforme va subiendo, cada vez es más seco, lo que facilita la evaporación, la sublimación de la nieve», relata Arteche. Todo ello contribuyó a que el blanco elemento acumulado en las montañas se fundiese y se convirtiese en agua de forma rápida, un «gran» desnieve que se canalizó hacia los ríos que nacen de la sierra, como el Híjar y el Izarilla, «que no tienen además una cuenca importante», y que terminaron colapsando a su paso por Reinosa, donde coinciden con el Ebro, que acabó también taponado. «No dieron abasto para recibir tanta agua», expresa.
Los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) así lo reflejan. La crecida del Híjar, que en muchas épocas del año discurre casi sin agua por Reinosa, es un fenómeno «que se produce solo cada 300 años», según explican los servicios de emergencias del Gobierno cántabro. «Ha sido una situación muy extraordinaria», indican en la misma línea desde la CHE. Así, el caudal de este río creció a su paso por la capital campurriana hasta un nivel histórico, 3,59 metros, pasada la medianoche del viernes, cuando 24 horas antes apenas alcanzaba 0,59 metros. A las diez de la mañana del jueves ya andaba por 1,94; a las ocho de la tarde, por 2,45... Y así siguió subiendo sin freno hasta la madrugada. Más datos: el tope de la cuenca del Híjar en una crecida ordinaria (cuando ocupa su cauce habitual) es de 60 metros cúbicos por segundo; a la una madrugada del jueves alcanzó 246,4 m3/s, cuatro veces más.
A la del Híjar se sumó la crecida del agua en uno de sus afluentes, el río Izarilla (pasó de 0,6 metros a las siete de la mañana del jueves a 3 metros a las dos de la madrugada del viernes, con un crecimiento que se intensificó durante la tarde-noche); y en el Ebro, que multiplicó por cinco su nivel habitual de los últimos tiempos (de 0,25/0,30 metros a más de 1,25).
El responsable de la Aemet en Cantabria manda un mensaje de tranquilidad y asegura que «lo peor ya ha pasado». «No van a desaparecer las lluvias, pero van a caer de forma mucho más suave». Y a partir del domingo, el tiempo va a ser «más estable», sin apenas precipitaciones durante Nochebuena y Navidad.
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