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Ernesto Sardina
Santander
Miércoles, 21 de octubre 2020, 11:14
La noche ha vuelto a ser larga en la comarca campurriana. Los efectos de la borrasca Bárbara se han dejado sentir con fuertes rachas de viento (107 Km/h en Alto Campoo y 90 km/h en Reinosa) y especialmente con precipitaciones que dejaron 74,7 ... l/m2 en Alto Campoo y 59,5 en Reinosa, lo que originó importantes riadas en el Híjar, principalmente, pero también en el Ebro e Izarilla. El caudal del Híjar llegó a una altura de 1,90 metros a las 3 de la madrugada, sobrepasando el nivel de preaviso y rozando el de aviso.
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Los campurrianos, tras las inundaciones de diciembre del año pasado, han vuelto a pasar la noche pendientes del cauce del Híjar y de su posible desbordamiento, especialmente en la zona de Sorribero (Reinosa) y de Matamorosa. En el primer punto se situaron los bomberos del 112, efectivos de la Guardia Civil y de Protección Civil. En el segundo, el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio colocó sacos de arena para evitar que se repitiera lo acontecido en diciembre cuando el agua entró a la localidad por la senda fluvial.
El agua anegó anoche las zonas habituales cuando se producen riadas, ninguna urbana, pero los vecinos vivieron con temor que el Híjar y las aportaciones del Ebro e Izarilla, volvieran a entrar a las calles de Reinosa, Matamorosa e incluso Cañeda, como ya ocurrió en diciembre de 2019 cuando el Ebro desaguó por el túnel de las vías del tren hacia el Besaya.
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Desde la asociación de afectados por las inundaciones, su portavoz, Cheward Roman, volvió a solicitar anoche «medidas urgentes y serias» para evitar estas situaciones, «cada vez más frecuentes», y reclamó el «compromiso decidido de las administraciones implicadas». «Por favor os pedimos que nos dejéis dormir en paz. Invertir el dinero que haga falta y solventar este problema».
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El director del Servicio de Emergencias 112, Íñigo Claramunt, en representación del Gobierno de Cantabria, ha acudido a Reinosa a comprobar el estado actual del río Híjar y la situación de los vecinos de barrios cercanos a la cuenca fluvial, tras una noche tensa que ha obligado a efectuar un estrecho seguimiento de la crecida del nivel del agua.
En la visita a la zona, en la que ha estado acompañado por el alcalde del municipio, José Miguel Barrio, Claramunt ha podido conocer los testimonios de los vecinos de la avenida Naval, afectada por las grandes inundaciones de diciembre, en la que los bomberos del 112 han tenido que achicar agua de bajos en la mañana de hoy.
Según ha explicado, la población «vive con miedo las crecidas del río, tras los grandes daños que se produjeron a finales de 2019, por lo que estamos especialmente atentos a lo que pueda suceder en Reinosa para tratar de paliar daños con medidas de actuación temprana».
En esta línea de actuación el Gobierno de Cantabria ha realizado, la pasada madrugada, una vigilancia pormenorizada de la crecida de los ríos, especialmente del Híjar a su paso por Reinosa, que llegó a alcanzar el estado de prealerta, volviendo horas más tarde a niveles de caudal normalizados. Para realizar esta labor se constituyó un Puesto de Mando Avanzado (PMA) en el que participaron personal de la Dirección General del Interior del Ejecutivo, bomberos autonómicos, agentes de la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil, en coordinación con la sala del 112. Los efectivos estuvieron haciendo seguimiento de distintas zonas del río hasta la bajada del caudal a niveles exentos de riesgo.
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