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La mañana no pintaba bien. No había dejado de nevar durante todo el fin de semana en Campoo y las fuertes lluvias con las que amaneció el lunes hicieron que el riesgo de un deshielo precipitado pudiese provocar inundaciones. Poco a poco el caudal del ... río Ebro, a su paso por las calles de Reinosa, comenzó a subir de nivel hasta que se desbordó ligeramente y anegó parte del parque Campo Colorado. «En algún momento nos ha venido a la mente lo de hace dos años», comentaron los vecinos, que no dejaban de sacar fotos desde el puente de la calle Deltebre.
Fue la zona que más quebraderos de cabeza dio durante toda la jornada. «El Híjar, con las obras que se han hecho tras el desastre de 2019, no presenta ningún problema, baja con fluidez», explicó Constantino del Pozo, concejal de Policía y Protección Civil, mientras supervisaba las tareas de contención en la calle del Ebro. El Ayuntamiento, para frenar la acometida, colocó sacas de arena en la margen izquierda de la ribera. Fueron necesarias durante poco tiempo, ya que a partir del mediodía la lluvia fue cesando hasta que desapareció por completo. En apenas tres horas, el cauce descendió treinta centímetros, lo que dio «un respiro» a los vecinos y también a los negocios de la zona.
«Tengo aquí un local donde nos juntamos los amigos para hacer cenas, porque soy cocinero, y ya se me ha inundado tres veces. La última de hace dos años fue gordísima», relató José Ramón del Barrio, mientras señalaba en la puerta los casi dos metros que alcanzó el agua.
Constantino del Pozo
Concejal de Protección Civil
Carmen González
Vecina
La lluvia preocupó en Reinosa, pero no por la cantidad –desde el sábado se acumularon 51,4 litros por metro cuadrado–, sino por la facilidad que tiene para fundir la nieve. Las montañas de la comarca, incluida la estación invernal de Alto Campoo, estaban tapizadas de blanco. También, las calles. El agua se fue llevando gran parte del manto, lo que hizo aumentar el caudal del Ebro, ya que el Híjar, al estar prácticamente canalizado tras los últimos trabajos, no presentó ningún problema grave. «Las obras que han hecho este tiempo han ayudado mucho. Lo que sucedía antes es que el Híjar bajaba a tope y no dejaba desaguar al Ebro», explicó Ángel Moral, vecino de Reinosa, mientras contemplaba la crecida.
«En esta zona, antes de que hiciesen la bolera, había un muro y es lo que deberían construir de nuevo para que el Ebro no se salga. Pero a ver quién se atreve, porque todo depende de la Confederación Hidrográfica que dirigen desde Aragón. Es imposible hacer nada, porque a todo se niegan», se lamentó David Gutiérrez, vecino de Campoo, visiblemente enfadado.
La buena noticia llegó antes del mediodía, ya que desde la instalación que dirige Cantur informaron de que la lluvia también había cesado allí. El riesgo de riadas por el deshielo, por tanto, bajaba de intensidad, al menos, de momento. El miedo que tienen en la comarca es que regrese en las próximas jornadas y el caudal de los ríos aumente. Por suerte, las predicciones meteorológicas son favorables. Este martes no lloverá en la capital campurriana, según la Agencia Estatal de Meteorología. Se esperan cielos despejados y la temperatura máxima no superará los ocho grados.
Pero sólo será un respiro, porque el agua regresa mañana. La Aemet habla de lluvias y tormentas y la cota de nieve en descenso. Una tónica que continuará durante el jueves, el viernes y el fin de semana. «Esperemos que no caiga demasiada los próximos días y que arriba nieve, porque si se va el paquetón que hay en Alto Campoo la lía gorda», comentó Carmen González mientras tomaba con su teléfono móvil una fotografía de los lavaderos que hay junto al supermercado Día, completamente inundados.
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