Reinosa renueva la red de saneamiento de la avenida Puente de Carlos III

El Ayuntamiento de Reinosa está dando los primeros pasos para separar la red de aguas pluviales y fecales en la avenida del Puente de Carlos III al haber aprobado la Junta de Gobierno Local sacar a licitación esta obra, cuya financiación asumirá en su totalidad el Consistorio y con la que se pretende mejorar la red de saneamiento.

La actuación, que se adjudicará mediante procedimiento abierto, parte con un presupuesto base de licitación de 198.620 euros y un plazo de ejecución cercano a los tres meses. En este plazo está prevista la construcción de un nuevo colector general paralelo al ya existente en el que derivarán los sumideros que recogen las aguas pluviales que caigan sobre la vía.

Este colector se ubicará en el tramo de la avenida del Puente de Carlos III comprendido entre la intersección de esta última con la Travesía de las Casetas y la calle La Vidriera, a través de la cual continuará hasta conectar, mediante un pozo, con la tubería actual.

Desde el Ayuntamiento de Reinosa se ha señalado que «es el momento oportuno de llevar a cabo la obra» ya que, recuerda el alcalde de la ciudad, José Miguel Barrio, «la zona está siendo objeto de otra intervención: la primera fase de la regeneración urbana de la avenida del Puente de Carlos III», obra que comenzó la semana pasada. Barrio destacó asimismo que esta actuación «va a aportar un avance significativo no solo en la necesaria separación de aguas pluviales y fecales si no que va a suponer una mejora sustancial en el rendimiento de la red municipal de saneamiento y la depuradora de aguas residuales». El proyecto de la obra ha sido redactado por la empresa Vector 3 y supervisado por los Servicios Técnicos Municipales y la empresa Aqualia.

La actuación se realizará por lo tanto, aprovechando las obras que comenzaron la semana pasada, para rehabilitar el mismo tramo de esta avenida que es una de las principales de la capital campurriana. La intervención se ejecutará en un tramo aproximado de una longitud de 200 metros. Con ella se pretende promover una regeneración urbana del espacio público de toda la avenida, con la renovación de los elementos que ya han llegado al final de su vida útil y con unas condiciones de diseño que homogenicen el espacio público y otorguen una mayor prioridad a los usos peatonales sobre los vinculados al uso del automóvil. Respecto a la antigua carretera nacional, actualmente vía municipal, ésta se trata de una calzada de pavimento con aglomerado asfáltico, de siete metros de anchura, y aceras a distinto nivel de la calzada, pavimentadas con piezas de baldosa destinadas al uso peatonal de estado variable.

Éstas son muy heterogéneas dado que a lo largo de los años que han sido objeto de múltiples renovaciones parciales. Se ha previsto la repavimentación de la totalidad del espacio y la renovación de las infraestructuras de drenaje, abastecimiento eléctrico y la de iluminación, con parte del mobiliario, que también será renovado.