Calurosa acogida al Rey Felipe VI en su visita a Reinosa y Sidenor

Desde primera hora de la mañana numerosas personas se apostaron tras las vallas instaladas en la Plaza de España con motivo de la visita del Rey. Felipe VI dio la mano a los más madrugadores, que habían conseguido situarse en primera fila. Se detuvo, además, con un grupo de niños pequeños, todo entre aplausos y con los asistentes agitando banderas, españolas y cántabras. Había alrededor de mil personas agolpadas en el recinto acotado para la gente tras el vallado. Al otro lado, solo guardias civiles cuidando de la seguridad del dispositivo y las autoridades y el personal de la Casa Real que acompañaban al Rey.

Fue una bienvenida calurosa. El Rey llegó por uno de los lados de la plaza y fue saludando y haciéndose fotos con los que esperaban tras la valla en su trayecto hasta las escaleras de acceso a la Casa Consistorial. Un recorrido plagado de banderas de España y de gritos de «viva el Rey». Tras saludar uno a uno a todos los miembros de la corporación municipal, La comitiva accedió al interior hasta uno de los salones.

Allí se mezcló lo protocolario, con la firma en el libro de honor, con lo distendido. José Miguel Barrio, alcalde de Reinosa, le recordó la última visita de su padre a la zona, con motivo de la inauguración del curso escolar, en el año 2009. Frío y seco, definió don Juan Carlos el clima de ese día. Muy diferente a la mañana soleada de hoy en Reinosa. Su Majestad comentó, incluso, que hacía mejor tiempo que en Madrid. En ese rato de conversación hablaron de la importancia de Sidenor para la economía regional y también de los hojaldres y pantortillas de Reinosa. Luego, los concejales le pidieron hacerse una foto de grupo.

Mientras, fuera, los vecinos (sobre todo los niños, porque había alumnos de varios colegios), gritaban «que salga el Rey». Y salió. Volvió a recorrer la plaza en sentido inverso al anterior para estrechar la mano a los que antes se habían quedado con las ganas.

Media hora en total antes de dirigirse a Sidenor. Acompañado por el ministro Íñigo de la Serna, el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, el delegado del gobierno, Samuel Ruiz, y la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga, entre otros. Tras acercarse también a los bajos de la plaza y entre aplausos, Felipe VI dirigió un último saludo antes de irse. «No nos hemos acordado de invitarle a un café», bromeaban dos vecinas que acababan de saludarle.

Sobre la visita del Rey, el presidente cántabro ha destacado otra invitación que le ha hecho él mismo, y que, al parecer, el monarca ha aceptado: «Me ha prometido que la próxima temporada va a venir a esquiar a Alto Campoo», contó después Miguel Ángel Revilla.

El Rey no solo ha sido recibido con aplausos y piropos. También con muchos teléfonos móviles apuntándole. Todos querían tener la foto o el vídeo de la visita de Felipe VI, tanto los que le daban una mano mientras con la otra sacaban la foto como los que prefirieron tomar las mejores imágenes desde las ventanas, balcones y hasta asomándose por las claraboyas de los tejados de las casonas que circundan la Plaza de España.

Desde el amanecer son patentes las fuertes medidas de seguridad desplegadas en la capital de Campoo por la visita real, organizada con motivo del centenario de la fábrica Sidenor.

Los miembros del colectivo Jusapol, que reinvidica igualdad salarial entre todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, no han querido faltar a la cita y han desplegado una pancarta reivindicativa en medio del recibimiento de los reinosanos.

Esta visita es la tercera que el Rey realiza a Cantabria en menos de un año, tras participar el pasado mes de junio en la inauguración del Centro Botín y asistir en julio al Monasterio de Santo Toribio de Liébana para respaldar la celebración del Año Jubilar Lebaniego, en ambas ocasiones junto con la Reina Letizia.

Durante la visita real, la empresa Sidenor ha anunciado la creación de un Centro de Innovación y Desarrollo (I+D) en su complejo industrial de Reinosa. El presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, ha indicado que la creación de este centro pretende dar «más autonomía» a la planta, ya que hasta ahora ese trabajo se desarrollaba desde las oficinas de Bilbao, y que ha confiado que contribuirá a iniciar el camino hacia «el segundo centenario». Este anuncio ha tenido lugar al concluir la visita del Rey a varias de las líneas de producción de la planta campurriana, creada en 1918, y tras descubrir un placa en recuerdo de su visita por el centenario de las instalaciones.

Su Majestad ha llegado al recinto de Sidenor cerca de las 11.45 horas, y ha sido recibido por las autoridades y los representantes de la empresa en el edificio de las oficinas generales. Posteriormente, ha accedido, acompañado de la comitiva, a las naves de la fábrica para conocer varias líneas de producción de piezas que Sidenor comercializa a nivel internacional.

Durante el recorrido, Felipe VI se ha interesado por el uso y el destino de varias piezas que se fabrican, algunas para plataformas petrolíferas y gasísticas del Mar del Norte y otras para centrales térmicas o motores navales.

Al acabar la visita a la fábrica, el Rey ha descubierto una placa conmemorativa del centenario de la planta de Reinosa, un acto al que han asistido los trabajadores de la planta, que se han hecho una foto con el Rey, y en el que el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, ha pronunciado unas palabras de agradecimiento a su Majestad por la visita.

También ha hecho un repaso de la historia de la fábrica, en la que actualmente trabajan 1.800 personas entre los empleados directos (600) e indirectos y de la que ha destacado su importancia para la economía de la Cantabria, cuya contribución al PIB regional es del 1,5%.

En su intervención, ha agradecido al Gobierno de Cantabria su «apuesta» por Sidenor, Jainaga ha indicado que la planta de Reinosa se empezó a construir en 1918 por decisión del Gobierno de España para la fabricación de material militar. La fábrica, conocida en la zona como 'La Naval' vivió en 1923 la visita del bisabuelo del actual monarca, el Rey Alfonso XIII, que supuso «un espaldarazo».

Precisamente de «espaldarazo» ha calificado Revilla lo que ha supuesto la visita del Rey hoy a la planta de Reinosa, que es «muy importante y vital» para la comarca de Campoo, al dar trabajo a unas 1.800 personas, pero también ocupa un lugar destacado en la economía regional, con un impacto fiscal de 35 millones anuales y la aportación de un 1,5% al PIB regional.

Sobre el centro de I+D anunciado por Jainaga, el jefe del Ejecutivo cántabro ha indicado que estaba incluido en el acuerdo para la participación de Sodercan en el proyecto y que, ha destacado, «se está cumpliendo con creces» ya que, ha dicho, el número de empleos en la empresa de acería, fundición y forjados «hay ya 100 empleos más de los previstos en el acuerdo».

Por la tarde, Felipe VI se ha desplazado hasta Aguilar de Campoo (Palencia), donde ha visitado las instalaciones de Galletas Gullón con motivo del 125º aniversario de su fundación.