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«Ha sido la reunión más provechosa de cuantas hemos celebrado y de la que hemos salido más satisfechos», aseguró ayer Cheward Román, portavoz de la Asociación de Afectados por las Inundaciones de Reinosa y comarca, al término del encuentro con el presidente de Cantabria, ... Miguel Ángel Revilla, los consejeros de Obras Públicas y Presidencia, José Luis Gochicoa y Paula Fernández, respectivamente, y el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio.
«Ha pasado un año y han sido necesarias varias solicitudes, pero al final el presidente de Cantabria nos ha recibido», reconoció Román, que estuvo acompañado durante la reunión por los técnicos de la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Arteaga y Leonor Parra, contratados por la asociación, y por Alfonso Barreras y Javier Pérez, representantes de la Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre), de la que también forman parte los campurrianos, a quienes «agradeció su implicación y haberse desplazado desde Aragón y Navarra a Cantabria para mostrar su apoyo y asesoramiento».
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, anunció que se sumará a las reivindicaciones de los afectados por las inundaciones del río Ebro y sus afluentes, así como al resto de las Comunidades Autónomas por las que discurre el fluvial, con el objetivo de que «la Confederación Hidrográfica haga frente a sus obligaciones en materia de prevención de riadas».
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Revilla señaló que el Gobierno regional cuenta ya con un presupuesto para actuar en la zona, este año, próximo a los 1,5 millones de euros (2 millones teniendo en cuenta las actuaciones previstas para 2022) y se mostró confiado en que la Confederación «aporte lo suyo», pues los ayuntamientos no tienen capacidad para desarrollar la limpieza de los ríos en las áreas urbanas, responsabilidad que se ha dejado en manos de la Administración local por este organismo.
«Todos tenemos la sensación de que la Confederación Hidrográfica del Ebro es un Estado dentro del Estado con unas competencias extraordinarias y donde la ineficacia en la actuación de medidas paliativas de los desastres, hasta ahora, es palmaria», subrayó Revilla, que insistió en que hay que «tomar medidas porque cada día vamos a tener situaciones de emergencia como las que han venido padeciendo los pueblos ribereños del Ebro y Cantabria hace poco».
El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, fue el encargado de detallar los plazos en los que el Ejecutivo va a realizar las actuaciones, pues el compromiso es que para principios de febrero el proyecto, «que se encuentra muy avanzado, y que se va a desarrollar en dos fases», pueda presentarse a los vecinos. El objetivo es que las obras «comiencen antes de la siguiente época de lluvias», sobre el mes de julio, incluyendo «la práctica totalidad de los puntos» planteados por los afectados. Se trataría, según ha confirmado Román a este periódico, de la retirada de 100.000 metros cúbicos de material en la desembocadura del Híjar con el Ebro, de la limpieza de todos los ojos colmatados de los puentes, de la retirada de las escorias y de todos los taludes de la margen derecha, así como de las islas de sedimentos existentes en el tramo urbano.
Además, el Gobierno también se ha comprometido a realizar otras actuaciones adicionales, como la ampliación del conocido como puente nuevo unos 15 metros, que implican algo más de tiempo por cuestiones ambientales y permisos», y que podrían iniciarse en 2022.
Por su parte, el alcalde de Reinosa mostró su «satisfacción» porque el encuentro resultó «muy cordial, algo que permite unir esfuerzos para conseguir que nunca más vuelvan a repetirse las riadas y las inundaciones que tuvieron lugar el 19 y 20 de diciembre en 2019 en Reinosa y la comarca campurriana».
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