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El hecho de que la festividad mayor de Reinosa, el día de San Mateo, cayera en sábado animó ayer a que el público se desplazase con ganas a la capital campurriana para disfrutar de los eventos que llenaron el programa del día principal de las ... fiestas. A pesar de las intensa lluvia que cayó en la noche del viernes, la mañana de este sábado concedió una tregua y dejó una feria para el recuerdo. Sin embargo, a medida que avanzaba la tarde, los pronósticos iban convirtiéndose en realidad y la lluvia volvió a hacer acto de presencia para disgusto de todos los reinosanos y los miles de visitantes que se habían reunido en la ciudad.
Tantos que «hacía años que no veía tanta gente por Reinosa». Este era el comentario que más se dejaba oír en las conversaciones de los viandantes, que a primera hora del día acudieron en masa a la feria de ganado celebrada en el recinto, organizado por la Asociación de Criadores de Ganado Equino de Raza Hispano-Bretona de Cantabria 'Manadas', donde más de cien ganaderos mostraron sus reses, en su mayoría género equino, aunque también se dejaron ver grandes cierres de tudancas. Tratantes de Campoo y del resto de Cantabria, e incluso de Asturias y Palencia, se dieron cita en una feria a la que sólo se le puede poner el calificativo de buena y en la que se hubo la sensación de satisfacción en cuanto a los acuerdos cerrados, ya que en su mayoría, todo lo que se pretendía vender, acabó siendo vendido.
A su vez, el mercado de San Mateo se estableció en el trayecto entre la feria y el parque de Las Fuentes, donde productos de alimentación y artesanales se puduieron comprar en el evento. Fue una oportunidad también para que todo aquel que necesitara varas, cabezadas y demás utensilios aplicables a la montura de los caballos, o los más diversos aperos de labranza, pudieran echar un ojo y complementar la compra de animales con la de los accesorios que los acompañan. Mientras tanto, se celebraba en las cercanías del Parque de Cupido y la Calle Mayor la edición número 14 de la Feria de Comercio y Artesanía, para lo cual las tiendas de Reinosa sacaron su género a la calle junto a otros vendedores venidos de todas partes de la región. Ropa, embutidos y albarcas, junto a una amplia variedad de productos, enriquecieron así a una Reinosa repleta de gente.
Una vez retirados los puestos de las calles, alrededor de las 19.00 horas, la tregua terminó y el cielo empezó a desprender una lluvia que despertó la intriga y la angustia entre las peñas de carroceros congregadas en el Pozo Pozmeo, lugar desde el que tradicionalmente comienza el desfile y donde se realizan los últimos retoques a las figuras de yeso. Pero, en cualquier caso, el desfile, en el que tomaron parte ocho carrozas, cinco de ellas a concurso, junto a quince plataformas en miniatura, finalmente, pudo celebrarse para el deleite del numeroso público reunido en el recorrido, que llevó a las creaciones de las peñas de la capital campurriana desde el Parque de Cupido hasta la Fuente de la Aurora, lugar desde el que hoy emprenderán el camino de vuelta para completar su exhibición.
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