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Isidro Alonso ordenando el mostrador de su tienda, más centrada ahora en prendas de ropa de alta calidad. P. D.
Tres generaciones de comerciantes de Reinosa celebran sus bodas de brillante

Tres generaciones de comerciantes de Reinosa celebran sus bodas de brillante

La Casa de las Lanas cumple 75 años en activo. Ahora, los hermanos Isidro y María Jesús Alonso son los encargados de mantener vivo el legado familiar

Pedro Díez

Reinosa

Jueves, 26 de diciembre 2024, 07:41

Cuando preguntas en Reinosa por la Casa de las Lanas la respuesta habitual suele ser la misma: ¿Cuál de ellas, la nueva o la de toda la vida? Y es que en apenas 20 metros, entre las calles Vidriera y Avenida Puente Carlos III, los hermanos Alonso, Isidro y María Jesús, defienden el histórico legado de su familia con raíces vallucas, el de tres generaciones dedicadas a cultivar el trato cercano que siempre distinguió a sus mercerías y que ha perdurado en el tiempo.

«Por mucho que hayamos cambiado de ubicación, la tienda de mi hermana será siempre la de toda la vida, la de Las Lanas» asegura Isidro Alonso, el tercero de una generación de comerciantes de raza donde abuelo, padre e hijo comparten tanto el nombre como la pasión por los broches y los hilos de lana. «Es muy satisfactorio que valoren tu trabajo y te comparen con tu padre y tu abuelo, en los momentos de duda es un empujón muy importante» destaca el veterano tendero, que en la actualidad regenta un negocio que se ha adaptado a los tiempos. «Es un espacio de diversificación», dice de su veterano comercio. Y es que ahora, la mítica Casa de Las Lanas está dedicada a la venta de prendas de ropa de alta calidad aunque mantiene siempre su esencia en baldas con cientos de hilos de lana donde llegaron a tener 700 en huecos de exposición. Por su parte, su hermana María Jesús mantiene en la otra tienda todo ese pequeño espacio dedicado en su totalidad a la mercería y los materiales de lana. Ambos locales comparten la máxima de ofrecer calidad y trato cercano, quizás ese es el secreto de su longevidad. «En un centro comercial eres un número, y bien es cierto que esa falta de cercanía quita presión al cliente, que cuando entra en el pequeño comercio piensa estar obligado a comprar, ese estigma debe ser borrado», asegura Alonso, que insiste en lo valioso que es para el comercio local el simple hecho de que la gente entre, mire y pregunte. «Estamos para aconsejar y enseñar, no para vender a presión, no hay que tener miedo al no», resaltó el comerciante, que presume de tener compradores que se desplazan desde Burgos, Palencia o Santander.

En la actualidad mantiene dos locales en Reinosa, la Casa de las Medias como mercería, y la nueva Casa de las Lanas para ropa

Los orígenes de las dos tiendas actuales de Reinosa se remonta a la década de los cincuenta, cuando la abuela de Isidro, Elisa, abrió una pequeña mercería en Polientes mientras su marido, el mayor de los Isidros, ejercía de maestro en el colegio Concha Espina de Reinosa. «En aquella época tenías que ayudar en todo, así que mi abuelo ejercía tanto de profesor como en la tienda, al igual que mi padre que dejó de ser taxista para dedicarse a las lanas un tiempo después».

La tienda funcionaba bien y el auge industrial de la época impulsó a la familia a desplazarse y abrir poco después una nueva tienda en la capital campurriana, la que ahora es la Casa de Las Medias –o como insiste ahora Isidro, la que será toda la vida la de las lanas–. Esta nueva tienda se caracterizó por las herramientas para tejer que instalaron, lo que aumentó y facilitó la realización del trabajo y es en este momento es donde entra en escena la segunda generación, los padres de Isidro y María Jesús, con los cuales también comparten nombre. Tres generaciones entre hilos y hebras de lana, broches y corchetes que celebran su aniversario en el año que ahora acaba.

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