Valderredible ya tiene Plan General

La Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) ha aprobado el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valderredible con el fin de dotar al municipio de un modelo territorial adecuado a la situación actual, proponiendo una división del suelo que garantice un desarrollo equilibrado, la protección de aquellos suelos que deban ser preservados por sus valores específicos y las medidas oportunas que garanticen la mejora de su tejido urbano.

Para el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, la aprobación del Plan General es una noticia «muy positiva» para el municipio, pues supone «el fin de años de trabajo e informes» y, lo más importante, permite un «futuro al municipio mediante un desarrollo sostenible alejado de tropelías o desmadres urbanísticos». Se trata de un plan «respetuoso», cuyo principal objetivo es «preservar, homogeneizar y dar unas pautas claras sin recurrir a interpretaciones, como ocurría con las normas subsidiarias», añadió el regidor.

El PGOU, que sustituye al Plan de Delimitación Urbana por el que hasta ahora se ha regido desde el punto de vista urbanístico el municipio, ha salido adelante tras superar una infinidad de requerimientos y con la aprobación de todos los informes. El último obstáculo que tuvo que salvar fue hace apenas unos meses -en diciembre del pasado año-, cuando la Crotu devolvió el documento al Ayuntamiento por unos reparos ambientales posteriormente subsanados por el equipo redactor. «Hay que tener en cuenta que Valderredible, con el Ebro, toda su masa forestal y su ingente patrimonio, tiene zonas especiales LIC y ZEPA, además del futuro parque natural del Monte Hijedo y los BIC. El documento recoge como el 90% del territorio municipal es suelo rústico de especial protección, algo que también confiere más seguridad ante iniciativas como el fracking o cualquiera que ponga en peligro este especial territorio», afirma Fernández.

Según avanza el regidor, «el documento recoge un aumento del suelo urbano en el núcleo principal, Polientes, y en otros medianos como Villanueva de la Nía, San Martín de Elines, Rocamundo, Ruerrero o Rebollar. En el resto de localidades, el objetivo es protegerlas, aunque se ha dejado una pequeña corola, en el entorno de la zona de huertas, para edificaciones aisladas».

Fernández también señala que existe suelo industrial en Polientes y pequeñas áreas en varios núcleos para talleres, principalmente, y que se ha establecido una zona de suelo destinado a servicios en San Andrés de Valdelomar, con la vista puesta en la construcción de un centro logístico. «Siempre hemos planteado, que dada la proximidad de esta localidad con la A-67, cuando se cree el acceso a la altura de Quintanilla de las Torres, aquí podrían acumularse los productos agrícolas para su posterior traslado».

El regionalista también avanza, en relación con el PGOU, que en septiembre tendrá lugar una reunión de expertos en arquitectura tradicional que analizarán el municipio y «nos ayudarán a definir aún más las tipologías y los elementos a proteger». Este encuentro se enmarca dentro del plan de dinamización que el Gobierno Regional, la Fundación Botín y el Ayuntamiento de Valderredible han puesto en marcha.