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La investigación del caso de la decapitación en Castro Urdiales continúa. Un año después del crimen de Jesús Mari Baranda, el jubilado vasco ... de 67 años cuya cabeza apareció en una caja en septiembre de 2019, todavía hay incógnitas por despejar, como dónde está el resto del cuerpo, entre otras. Pero, en este caso, es el abogado de Carmen Merino, en prisión provisional desde hace un año como sospechosa de acabar con la vida de su novio, el que ha solicitado una serie de declaraciones ante el Juzgado de Instrucción Número 3 de Castro, encargado del caso.
Según detalló este viernes a este periódico, los letrados Lope Crespo de Lara y Pablo Ruiz Cocolina han solicitado las declaraciones de los vecinos del inmueble en el que residían la procesada y su novio, así como la de una amiga de Cádiz de su clienta y la del técnico sanitario que llevó tanto a Carmen como a su amiga al hospital, el día en que se descubrió el cráneo de Jesús Mari dentro de una caja.
Además, el letrado de la procesada también propone la declaración del representante legal del vertedero de Meruelo, donde los investigadores acudieron para ver si se encontraban allí los restos del cuerpo del novio de Merino, y la del primo del fallecido, que ya declaró en su día. «No estuvimos en algunas declaraciones por el secreto de sumario y ahora pedimos que vuelvan a declarar para poder preguntar nosotros», explicó Crespo de Lara.
Cabe recordar que en su primera declaración, Alfonso, el primo del fallecido, aseguró que una semana antes del 21 de febrero de 2019, Jesús fue a su casa y le vio «un poco triste». «Creo que ese día quiso decirme algo». «Veía a Jesús con pocas ganas de estar en casa».
Alfonso creía que Jesús y Carmen «se habían dado un ultimátum». Con su primo ya desaparecido, le pareció «extraño» que Jesús le escribiera por WhatsApp y que no le preguntara por su nieta. «Cuando queríamos hablar nos llamábamos o nos veíamos». Fue entonces cuando su familia y un amigo le convencieron para denunciar la desaparición. «Un día bajé a Castro y me encontré a Carmen. Se derrumbó y me reprochó que pusiera la denuncia sin haber contado con ella».
Alfonso también aseguró que Jesús le había comentado que Carmen pretendía meter en casa a su tía meses antes de su desaparición y que él no estaba dispuesto. «Tampoco quería ir a Cádiz». «Por el grupo de la banca sé que últimamente Carmen le montaba líos de vergüenza, no sé como mi primo aguantaba todo eso».
Junta a estas nuevas testificales, la defensa también ha solicitado la de los guardias civiles que han intervenido en la investigación y que atribuyen el crimen a Carmen Merino.
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Ana del Castillo
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