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El ascensor de Santa Catalina, en Castro Urdiales, ya está a pleno rendimiento tras casi dos meses sin funcionar como consecuencia de una serie incidencias encadenadas. Primero, una avería en las poleas obligó al Ayuntamiento a cerrar el elevador y, tras repararlo, un nuevo fallo, esta vez en el variador, forzó de nuevo la clausura de la instalación apenas dos días después.
La alcaldesa socialista de Castro, Susana Herrán, quien además ostenta la Concejalía de Obras, se ha mostrado comprensiva con las quejas de los usuarios en este sentido durante el tiempo en el que el ascensor, que conecta el casco urbano con la zona de Santa Catalina, ha estado paralizado. Al mismo tiempo ha explicado que la instalación sufre de manera constante actos vandálicos, lo cual propicia en parte los desperfectos. Por este motivo, el Ayuntamiento plantea colocar cámaras de vigilancia en esta ubicación, aunque no será de manera inmediata, ya que requiere cierta tramitación.
El ascensor está al cuidado de la empresa especializada OTIS, contratada por el Consistorio para su mantenimiento y a quien se ha solicitado agilizar los procesos a la hora de poner solución a las averías que se han producido en las últimos meses.
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