En busca de la Bandera Azul

Una de las grandes riquezas de Castro Urdiales son sus playas. El municipio cuenta con un total de nueve playas y zonas de baño a lo largo de su costa, siendo seis los principales arenales. Brazomar y Ostende en Castro; Dícido, en Mioño; El Berrón, en Ontón; Arenillas, en Islares y, por último, la playa de Oriñón. Para poner en valor la calidad de dos de estos lugares, el Ayuntamiento de Castro Urdiales, desde la concejalía de Medio Ambiente, ha apostado por presentar este año la candidatura de las playas de Ostende y Oriñón a la Bandera Azul, un reconocimiento internacional que pone en valor los arenales que cumplen con una serie de requisitos medio ambientales, educativos, de calidad y de servicios, entre otros aspectos.

Esta aspiración no es nueva para la playa de Ostende, que ya ha sido denominada Bandera Azul en la última convocatoria, un galardón que desde Medio Ambiente han querido renovar para 2021. «Este año hemos valorado y optado dentro del departamento renovar la Bandera de Ostende y conseguir la de Oriñón», ha adelantado el concejal del área, José María Liendo, añadiendo que la asociación que gestiona las candidaturas «siempre» había animado al departamento a presentar la playa de Oriñón, pues uno de los requisitos es que las analíticas de la calidad del agua en los últimos cuatro años sean «excelentes» y que tanto Ostende como Oriñon cumplen este parámetro.

Si los análisis de las aguas durante los últimos cuatro años hayan sido de gran calidad, los municipios pueden plantearse si optar o no a ser candidatos para obtener la Bandera Azul para sus playas. «Lo primero es cumplir con la calidad del agua y después hay otra serie de requisitos en función de donde se encuentre la playa o los servicios con los que cuentan. Después de conocer el resultado de los análisis, el departamento puede decidir si quiere continuar con el trámite, tomando las medidas adecuadas para que esa playa se adapte a las calidades que piden para lograr el galardón. Nosotros ya conocemos la calidad del agua y, cumplido este requisito, hemos decidido lanzarnos a por la Bandera Azul», ha matizado Liendo.

Además, el edil ha descatado que este reconocimiento ofrece calidad a los arenales. «Siempre es bueno tener cierto prestigio de cara a poder vender el Turismo de tu municipio. Es importante saber que si voy a Castro tengo dos playas que cuentan con la Bandera Azul, cada una con sus características. Es un componente más a tener en cuenta para aportar cierta calidad al Turismo», ha señalado Liendo.

Tal y como informan a través del programa de Bandera Azul, los arenales tienen que cumplir con una serie de requisitos, además del relacionado con la calidad del agua. En cuanto a información y educación ambiental, debe haber paneles en las playas con la Bandera que informen sobre el arenal, los ecosistemas litorales y los espacios naturales protegidos próximos y, por otro lado, el municipio organizará por lo menos cinco actividades de educación ambiental cada año.

Además, sobre gestión ambiental, la playa deberá cumplir con la legislación, estará limpia y contará con una «adecuada gestión de residuos, incluyendo la recogida selectiva de envases, papel, vidrio, etc. El arenal contará también con baños públicos.

En lo que respecta a la seguridad y servicios, «las playas deben tener accesos fáciles y seguros. Además, las playas urbanas deben ser accesibles para personas con discapacidad. Debe existir un equipo de primeros auxilios, así como un adecuado equipo humano y material de socorrismo».

Por los motivos mencionados el área de Medio Ambiente de Castro ha pagado ya los gastos de la tramitación de las candidaturas de las playas de Ostende y Oriñon en la Campaña Bandera Azul 2021, un gasto que asciende a 900 euros. Liendo ha querido destacar que, hasta ahora, la Consejería de Medio Ambiente era quien se hacía cargo de gestionar los trámites y del pago de los gastos para tramitar la candidatura. «Ahora nos dejan un poco abandonados. Junto con Baleares somos la única Comunidad Autónoma en la que el Gobierno regional no colabora con este tipo de gestiones», ha declarado el concejal, apuntando que el coste de la tramitación es «muy pequeño» comparado con el prestigio que da a un municipio el tener Bandera Azul. «No el hecho de pagar esos 450 euros por cada playa candidata te garantiza que ese arenal vaya a contar con el distintivo, pero es una cantidad asumible para lo que puede suponer la Bandera Azul en Castro Urdiales». Así las cosas, el Ayuntamiento se centrará en ir llevando a cabo las actuaciones necesarias en las playas de Ostende y Oriñón para obtener el galardón.

Para poder hacerse con la Bandera Azul, la playa de Oriñón deberá presentar algunas mejoras. Como ha adelantado el concejal a este diario, las medidas pasan por dotar el arenal con baños públicos; distribuir adecuadamente los elementos de socorrismo y salvamento e instalar paneles informativos que muestren aspectos de la playa y su entorno. «Estudiamos punto por punto aquellos servicios o características que la organización ve indispensable para poder dar la Bandera Azul, valoramos los que podemos llevar a cabo por las características del arenal y que se puedan realizar con una inversión aceptable», ha afirmado.

Con respecto al arenal de Ostende, Liendo ha explicado que reciben una valoración inicial que indican algunas «posibles carencias» que se han podido ver durante 2020. «Se trata de ir punto por punto e intentar mejorar, pero nunca pondremos por encima de la calidad de los servicios que tenemos que prestar a obtener la Bandera», ha resaltado el edil.

Con todo esto, habrá que esperar al próximo mes de mayo para ver si tanto las actuaciones como las intenciones dan sus frutos y la esperada Bandera Azul puede ondear este verano en las playas de Ostende y Oriñón.