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Castro celebra los cien años del edificio Barquín
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Funcional y monumental a partes iguales, el antiguo colegio y actual Instituto Ataúlfo Argenta repasa su historia en una exposición que se exhibe en sus dependenciasSecciones
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Funcional y monumental a partes iguales, el antiguo colegio y actual Instituto Ataúlfo Argenta repasa su historia en una exposición que se exhibe en sus dependenciasEl edificio del antiguo Colegio Barquín celebra este año su centenario. Cien años de historia de la actual sede del Instituto de Secundaria Ataúlfo Argenta ... que el centro educativo conmemora con una completa exposición compuesta por 24 láminas que ilustran la vida de una construcción que marca un antes y un después en la arquitectura castreña. La inauguración de la muestra, comisariada por el profesor Carlos Salazar, tuvo lugar esta semana con la presencia de autoridades regionales como el consejero de Educación, Sergio Silva; la alcaldesa de Castro, Susana Herrán, o la concejala de Educación, Elena García, así como otros miembros de la Corporación municipal.
La exposición aborda en cinco ejes el siglo de historia del monumental edificio. Desde la colocación de la primera piedra hasta el día de hoy, e incluye fotografías que ilustran todo el recorrido de la edificación y los diferentes servicios que ha albergado. Su origen hunde sus raíces en el siglo XIX, cuando el indiano Patricio Barquín y Ruiz (Talledo, 1824-1890) contrajo matrimonio con Antonia Hermoso y Barquín (Ontón, 1836-1896). Una unión de la que nació su hijo, José Antonio Agustín, sordomudo de nacimiento y que posteriormente se quedó ciego. Advirtiendo su futuro, sus padres destinaron su fortuna a su cuidado, así como a fines filantrópicos. Así, Antonia Hermoso dispone en su testamento la creación de un consejo de familia y que, una vez falleciera su hijo, se construyese un edificio destinado a escuela y asilo de párvulos «donde se dé instrucción elemental y gratuita a todos los niños de Castro Urdiales».
Así las cosas, en 1924 el Ayuntamiento y el consejo de familia modifican las disposiciones testamentarias y pactan construir un Colegio de Segunda Enseñanza y de Comercio, porque la enseñanza Primaria estaba debidamente atendida. De este modo nace el Colegio Barquín, cuyo edificio combina funcionalidad y monumentalidad al más puro estilo de la Roma clásica. De ello se encarga el arquitecto municipal de Bilbao, Ricardo Bastida, quien diseñó espacios amplios y bien iluminados y equipó al colegio con biblioteca y laboratorio.
Una vez inaugurado el centro, la orden de los claretianos regenta el edificio y lo convierte en una prestigiosa y emblemática institución educativa. Allí permanecieron los miembros de esta congregación hasta 1980, exceptuando el curso 1936-1937, cuando, a consecuencia de la Guerra Civil, los monjes fueron expulsados por 300 milicianos del Frente Popular que instalaron su cuartel general en el Barquín.
En los últimos años de la presencia de los religiosos en el centro, al no poder mantener el colegio, dedicaron el espacio a seminario. Antes de su partida, los claretianos segregaron la parcela en dos y donaron el colegio al municipio que, más tarde, reunificó ambos terrenos para convertir el edificio –en 1989– en sede del Instituto de Secundaria Ataúlfo Argenta. Y así continúa desde entonces.
En su primera visita institucional a Castro, el consejero de Educación apuntó que el antiguo colegio es «historia viva de la educación y patrimonio arquitectónico de Castro». Destacó la «importante proyección a futuro» del IES Ataúlfo Argenta, cuya oferta educativa se ampliará con un segundo ciclo de Atención a la Dependencia. Por su parte, Susana Herrán reconoció, en el acto de inauguración de exposición, la labor del centro, que «demuestra con sus proyectos e iniciativas su implicación en todos los sectores de la vida de Castro». La regidora adelantó que aprovechará la próxima visita del consejero para trasladarle las necesidades en materia educativa del municipio, «que son muchas».
En el acto, donde estuvo presente el director del instituto, Manuel Noguerol, así como responsables de otros centros de la comarca y vecinos de Castro, se obsequió a los asistentes con un recortable para elaborar una maqueta del edificio Barquín. La alcaldesa y el consejero recibieron una reproducción del edificio que hoy alberga el instituto.
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Ana del Castillo
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