Castro, un «coladero» para el virus

De hecho, desde que comenzara la pandemia el padrón de Castro ha aumentado en casi mil censados (ahora hay 33.408 empadronados), siendo un 50% de origen vizcaíno. Muchos de los que se han censado buscan, precisamente, evitar las multas.

Sin embargo, siguen siendo «muchos» los vascos que aprovechan cualquier resquicio para colarse en Castro. Y este hecho es algo que «preocupa» a los castreños, teniendo en cuenta que el País Vasco registra estos días la tasa más alta de contagios de toda España, lo que afecta directamante al municipio más oriental de Cantabria.

Tanto es así, que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, manifestó este jueves su «preocupación» por esta zona. Y es que en los municipios cántabros más próximos al País Vasco «se nota que está subiendo la incidencia y la positividad». De hecho, Castro, que registró el jueves doce nuevos positivos, se encuentra en riesgo extremo, ya que su incidencia acumulada a catorce días es de 350 casos por 100.000 habitantes y a siete días, de 214. En la última semana ha sumado 69 positivos, 113 si se amplía el plazo a dos semanas.

Además, su cercanía con el País Vasco está vinculada con la aparición de los últimos casos de variante brasileña y sudafricana en Cantabria, puesto que los dos brotes investigados -«y en principio bajo control»- tienen su origen en la comunidad vecina.

«Habría que poner más vigilancia para que esa gente no se cuele», propone Eugenio Cotillo mientras cuenta que los viernes por la tarde se acumula mucha gente en la zona de vinos de La Rúa, Ardigales y Artiñano. «Eso es un desastre. Y no son gente que tengan aquí su primera residencia. Tienen segunda vivienda y se escapan por donde sea, por la general, por Balmaseda». Además, dice que los que se cuelan no temen las sanciones. «Allí en el Ayuntamiento están las multas. Recurren y recurren porque saben que al final no las van a pagar. Otra cosa es que te paren en la autovía y te tengas que dar media vuelta».

Ayer, al mediodía, las terrazas del Parque de Amestoy empezaban a llenarse. Aún era pronto para ser testigo de esa llegada «descontrolada» de vascos. Pero algún castreño que disfrutaba del espléndido día (el termómetro marcaba 23 grados a las doce), ya lo advertía. «Aquí se cuela mucha gente los fines de semana. Hay pocos controles, pero si los ponen en la autopista se cuelan por la nacional, o van hasta Guriezo, se cuelan por todos los lados y ese es el problema. La queja de todo el mundo es que nosotros estamos aquí, sin poder ir a Bilbao ni a ningún lado y ellos vienen cuando se les pone en las narices», lamentaba María José San Cibrián.

Esta castreña asegura que la gente está «muy quemada». «Es mejor ni pensarlo. La incidencia se ha disparado mogollón, si nos confinan no nos queda otra. Yo ya estoy mentalizada. Es lo que hay hasta que no nos vacunen a todos». También cree que si se disparan los casos, a veces no es porque venga la gente, sino «porque tiene que pasar». «También lo pueden pillar allí los que van a trabajar y viven aquí, al final el riesgo le tenemos vengas o no vengas», reflexiona.

Miguel, que trabaja en el polígono Vallegón, en Sámano, es testigo de ese flujo de coches procedentes del País Vasco que se produce durante los fines de semana. «Salgo a las diez de la noche y el paso de coches que vienen de tierras vascas es espectacular. Se desvían por Santullán o directamente por la entrada principal de Castro. Es la hora del cambio de turno de la Guardia Civil. Además, las terrazas están a tope de gente y muchos no son del pueblo, eso favorece que el virus venga a Castro».

Manoli y Pilar van más allá. Comentan que, pese a que llevamos más de un año de pandemia, con las correspondientes restricciones, «se ve prácticamente el mismo número de gente durante los fines de semana». Además, no entienden que «los viernes se monten colas de coches para venir a Cantabria, supuestamente de gente que trabaja allí, pero entre semana no ocurre lo mismo».

Estas dos castreñas están «preocupadas» por el aumento de casos en el municipio, pero creen que «no sólo se debe a la alta incidencia del País Vasco». «Aquí los fines de semana viene gente de todos los lados, al final se juntan varios factores».

La preocupación manifestada por el consejero de Sanidad, ante los medios de comunicación, por el aumento de casos en la zona oriental de la región, no va a conllevar, al menos por el momento, ninguna medida excepcional por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.

Según señalaron ayer desde la Delegación de Gobierno, el titular de Sanidad no ha trasladado esa preocupación a la delegada Ainoa Quiñones, con lo cuál se mantendrán los controles rutinarios y aleatorios que realiza la Benemérita -en coordinación con la Ertzaintza- en la zona oriental de la región. Anoche se implantaron dos dispositivos de control en los accesos a Castro y Laredo.

El País Vasco registró el pasado jueves 978 nuevos contagios de coronavirus, lo que supone 35 menos que el día anterior, pero eleva la tasa de positivos respecto a las pruebas practicadas hasta el 9%. La tasa acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes continúa también ascendiendo y alcanza ya los 540,03 casos, la más alta de España. Asimismo, los hospitales vascos también aumentan sus pacientes en las UCI, 173 en esta última jornada. Según los datos aportados por el Departamento vasco de Salud, en la última jornada se han realizado 10.907 pruebas PCR y test de antígenos, con 425 positivos detectados en Vizcaya, 431 en Guipúzcoa y 117 en Álava, además de otras cinco personas con residencia fuera de Euskadi.

Con estos 978 nuevos casos, la tasa de positivos en relación a las pruebas practicadas se ha incrementado nueve décimas respecto al miércoles, al pasar del 8,1% al 9%. Por otro lado, la trazabilidad de los casos alcanza una media en los últimos siete días del 50,7%, porcentaje de positivos detectados por ser contactos de otros casos, frente al 37,5% de positivos que se realizaron las pruebas por presentar síntomas de covid.

La tasa acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes sigue elevándose y se sitúa ya en 540,03, frente al 531,57 del día anterior. Por su parte, Guipúzcoa continúa siendo el territorio vasco con una tasa acumulada más alta, con 711,21 casos. Vizcaya y Álava presentan tasas menores, del 452,55 y 437 respectivamente.

El viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, advirtió ayer que la situación epidémica del País Vasco es «preocupante», ya que los distintos indicadores marcan que Euskadi todavía se encuentra en una «fase ascendente en la curva epidémica, y ve necesario esperar a conocer los datos de los próximos días para valorar si comienza una «posible ralentización» de la incidencia.

Quintas señaló que la «estabilización» de la razón de tasas de incidencia (que compara la tasa de incidencia acumulada en 14 días actual con la de hace una semana) y la aproximación al valor 1 en la última semana del número reproductivo básico (que mide a cuántas personas contagia cada caso positivo), apuntan a una «posible ralentización de esta subida de la incidencia», pero cree necesario conocer los datos de los próximos días para valorar si el cambio se confirma.