Castro facilitará el acceso a la zona de Santa Catalina con una rampa mecánica

Se trata de una zona compleja que comprende varias curvas, por lo que el proyecto plantea la ejecución de tres tramos de rampas y cuenta con una subvención de la Consejería de Obras Públicas de 482.638 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

Se trata, en palabras de la alcaldesa, Susana Herrán, de «un nuevo hito logrado en esta legislatura», dado que constituye la primera rampa mecánica pública que se va a instalar en el municipio, «tal y como me había comprometido con los castreños».

Desde el Consistorio se plantean este proyecto como prueba piloto para seguir posteriormente construyendo otras rampas mecánicas en otras zonas urbanas con mucho desnivel y poco accesibles que, «dado el relieve de nuestro municipio, son numerosas». «Vamos a empezar dando accesibilidad a la zona más alta de Castro ciudad, donde se encuentra el colegio público de Santa Catalina», indicó la regidora, que explicó que se trata de una zona «complicada» donde ha sido necesario el trazado de tres tramos de rampa para conseguir cubrir el desnivel desde la salida del ascensor de Santa Catalina hasta la cota de entrada al colegio y adaptarla además a una zona en curva entre las calles Avenida de La Libertad, Las Rozas y Alfonso VIII.

El objetivo de Herrán en materia de accesibilidad es «ir reduciendo las barreras arquitectónicas y que cada vez Castro sea más accesible para los vecinos que se desplazan día a día por nuestras calles, pero también para los que nos visitan», para lo que se ha venido trabajando a lo largo de la legislatura, de la mano de la Asociación de Personas con Discapacidad de Castro Urdiales (Adicas) «para tener cada vez mayores niveles de accesibilidad universal en la zona urbana, eliminando barreras arquitectónicas de nuestras calles y facilitando el desplazamiento de personas con movilidad reducida». En este sentido recordó algunas actuaciones que se han venido realizando, destacando las intervenciones realizadas para dar solución a las deficiencias y desperfectos en el ascensor de Santa Catalina.

Las obras que se van a ejecutar dan continuidad al itinerario mecánico entre la calle República Argentina, Leonardo Rucabado y el barrio de Santa Catalina, mejorando la movilidad entre el desembarco del elevador existente y la entrada al colegio en la calle Las Rozas.

Esto se hará a través de una sucesión de tres tramos de rampa mecánica que admiten inclinaciones de hasta 12 grados, enlazadas por descansillos de unos 2,5 a 3 metros entre elementos mecánicos. Esta configuración permite adaptarse a la curva de la calle, al mismo tiempo que salva la diferencia de cota entre el inicio y el fin de tramo sin generar un desnivel excesivo entre la cota de acera y la rasante de la rampa.

Según explicaron desde el Ayuntamiento, la existencia de sobreanchos de acera y zonas verdes amplias en casi todo el recorrido, facilita la implantación de un sistema de este tipo, con una anchura media entre caras exteriores de muros de 2 metros, dentro de los que se instalarían los equipos eléctricos componentes de la rampa. Se plantean las rampas sobre la franja de aparcamiento en el tramo inicial y sobre la acera en la mitad superior. Asimismo, se repondrán todos los servicios afectados por las excavaciones necesarias y se adaptarán y repondrán tanto el firme de la zona asfaltada del vial como el pavimento de la acera.

La alcaldesa recalcó que en las obras va a estar muy presente la perspectiva de género a través de la iluminación, de modo que el alumbrado y la buena visibilidad han sido parámetros que se han tenido muy en cuenta en el diseño.

Así, tanto el trayecto por rampas mecánicas como la acera peatonal, «quedarán perfectamente iluminadas». En las rampas, a base de un hilo longitudinal de LED escamoteado bajo el pasamanos de las escaleras, es decir, incluido en el suministro de los propios equipos y materiales que componen la instalación, siendo el objetivo, no solo crear un nivel de iluminancia acorde al uso previsto, sino marcar linealmente el nuevo recorrido.

En las aceras se dispondrá de proyectores LED encastrados en los muros de sostenimiento de las rampas que iluminarán el pavimento de baldosa. La finalidad es «generar un ambiente suficientemente iluminado especialmente en horas nocturnas, cuando previsiblemente las rampas estarán fuera de servicio, además de crear un nivel de iluminancia acorde a las aceras».

Herrán manifestó su «satisfacción» por el anuncio de la licitación de las obras. «Ese era mi compromiso con la ciudadanía, el fomentar la movilidad sostenible y mejorar la accesibilidad urbana, sobre todo allí donde se tienen que salvar desniveles importantes por el relieve de nuestro municipio».

Para la regidora «es el momento de proyectar una ciudad accesible impulsando proyectos como éste, debiendo ser ambiciosos y emprender un camino para transformar nuestro municipio, junto con las intervenciones en la adecuación y generación de nuevas vías peatonales y ciclistas dentro de la ciudad de Castro Urdiales y conectándola con nuestras Juntas Vecinales». Una línea, la de la movilidad sostenible, en la que se ha comprometido a seguir trabajando.