Castro pretende desafectar la Casa de la Naturaleza, situada en dominio público

En el último pleno ordinario celebrado el pasado martes, la Corporación castreña acordó solicitar a Costas la declaración de la innecesariedad de los terrenos donde se ubica el edificio, a escasos metros de la zona en la que se ubicaba el antiguo hotel Miramar, derribado hace unos meses.

Lo que pretende el Ayuntamiento castreño es modificar el deslinde que afecta la Casa de la Naturaleza para que quede fuera del dominio público, algo que, según fuentes de Costas, no se pudo aplicar al caso del Miramar por estar incluido en la ribera de Brazomar.

En caso de que Costas acepte la petición del Consistorio castreño, éste tendría que llegar a un acuerdo, posteriormente, con Patrimonio del Estado para la cesión del edificio. La tramitación que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Castro con este asunto es la misma que permitió hace años salvar al polideportivo Peru Zaballa de la piqueta, puesto que en este caso había sentencia de derribo después de que expirase la concesión.

Para referirse a los orígenes del Casa de la Mar hay que remontarse al año 1917, año en el que se le concede al Ayuntamiento castreño las marismas de la playa Brazomar a perpetuidad. Durante la época de los años 40 del siglo pasado, el Ministerio de Trabajo otorgó los derechos para urbanizar el entorno del estuario, y frente a la playa de Brazomar. Durante esos años, se llevó a cabo la construcción del dique en la zona del frente de la playa, así como la construcción del recientemente demolido Hotel Miramar (1942), que se ubicaba también en terrenos de dominio público marítimo-terrestre.

En 1948, el Ayuntamiento acordó ceder los terrenos de las marismas a Eduardo Sanz con el objeto de construir viviendas para ser ocupadas por veraneantes y así mejorar la economía local. Cuarenta años después, la familia Sanz presentó un nuevo proyecto de urbanización y cedió gratuitamente al Ayuntamiento de Castro la finca y el Chalé de Sanz, hoy Casa de la Naturaleza.

Entre el año 1991 y 1993, la Corporación castreña, presidida entonces por el alcaldes socialista, Rufino Díaz Helguera, acordó hasta en tres ocasiones subastar el edificio para sufragar los gastos de construcción de la Casa de Cultura. Las dos primeras subastas quedaron desiertas (se pedían 75.000.0000 pesetas) y la tercera, en la que la tasación del chalé bajo a los 55.185.000 pesetas) se declaró nula, pese a que hubo un interesado, como consecuencia de la aprobación de un deslinde.

Fue entonces cuando Costas ofreció una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados en la subasta de 55 millones de pesetas para costear parte de la construcción del paseo de Ostende. Después, el Ayuntamiento cedió los derechos del Chalé de Sanz al Ministerio de Obras Públicas (Costas).

En 1995, el Consistorio solicitó al Ministerio la concesión del chalé para fines de interés público y para la creación de una Escuela de la Naturaleza. En 1996 y 1997 se realizaron una serie de obras de adecuación de la casa y en febrero de 1998 se inauguró la Casa de la Naturaleza. Ese mismo año Costas solicitó al Ayuntamiento regularizar la situación del edificio, actuación que se ha pospuesto hasta ahora.

En la actualidad, la Casa de la Naturaleza es el lugar donde desarrolla sus funciones la Concejalía de Medio Ambiente y donde se ubican varias asociaciones medioambientales y deportivas tanto de ámbito local como regional, también cuenta con una sala de exposiciones y una pequeña biblioteca.