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La OCA (Ordenanza Castreña de Aparcamiento) queda suspendida desde hoy y hasta que la nueva empresa concesionaria, Valoriza Servicios Medioambientales, instale sus propios parquímetros y todo lo que necesite para prestar el servicio en las condiciones que refleja el contrato suscrito con el ... Ayuntamiento de Castro Urdiales por un periodo de seis años con opción a dos más.
Esto supone que Castro se queda sin OCA y sin grúa municipal hasta el día 27 de febrero como máximo, ya que es el plazo que tiene la nueva concesionaria para poder poner en marcha el servicio una vez que ha entrado en vigor su contrato.
Tal y como informó ayer este periódico, los responsables del Ayuntamiento castreño mantuvieron un encuentro con los dirigentes de la empresa saliente, EYSA, y la entrante, Valoriza, con el fin de solucionar, al menos, la situación de los 17 empleados de la OCA. Pero lo cierto es que de momento no hay una solución para los trabajadores, que ya han sido dados de baja y no saben si podrán cobrar la prestación por desempleo a la espera de que Valoriza ponga de nuevo en marcha el servicio, para lo que deberá ser subrogados. Desde Comisiones Obreras, David Estévez, calificó de «chapuza» lo que está ocurriendo con los trabajadores, que, a día de hoy, están sumidos en la incertidumbre por no saber qué si van a ser dados de alta o no, o si tendrán que ir al paro. «Igual tienen un problema en la oficina de Empleo».
Estévez cree que se podían haber hecho las cosas de otra forma. Como ejemplo pone lo que ocurrió en Santander con el cambio de concesionario del aparcamiento regulado. «De un día para otro se hizo el traspaso», señala, al tiempo que reconoce que en este caso no hubo que cambiar los parquímetros.
En el Ayuntamiento castreño también están preocupados por la situación de estos trabajadores, «ya que la subrogación la tiene que hacer ya la nueva empresa», según señaló ayer a este periódico la edil de Comunicación, Elena García (CastroVerde). «Es algo que se recoge en el contrato porque lo marca la ley».
García señaló que desde el Ayuntamiento están haciendo todo lo posible para solventar la situación de los trabajadores y esperan que está próxima semana haya un acuerdo, al menos para que sean subrogados ya y no queden en un «limbo». «Confiamos en que la nueva empresa entre en razón. Al final es una cuestión laboral».
Respecto a la pues en marcha del servicio, la edil de Comunicación asegura que la anterior empresa tendrá que entregar al Ayuntamiento los parquímetros que son propiedad municipal y la nueva empresa tendrá que adquirir el resto, para lo que tiene un plazo de seis meses, según se recoge en el pliego de condiciones. García cree que no tiene porque apurarse el plazo de 20 días hábiles que tiene la nueva concesionaria para poner en marcha el servicio. «Es el tiempo máximo que tienen, pero puede que la OCA entre en funcionamiento antes del día 27 de febrero».
Esta es la segunda vez que se suspende la OCA como consecuencia de la finalización de un contrato. En noviembre de 2016 el servicio quedó anulado provisionalmente hasta que el Ayuntamiento adjudicara un nuevo contrato y ante la imposibilidad de poder seguir prestando el servicio con medios propios.
Esta situación provocó que los 17 empleados se manifestaran en contra de la suspensión del servicio. Nueve meses después y tras la adjudicación de un contrato puente la OCA se recuperó. El servicio incluye una nueva zonificación con tres zonas de regulación: la zona roja, la azul y la marrón, además de los aparcamientos compensatorios.
La zona roja comprende el centro urbano delimitado por las calles La Ronda y Los Huertos, con un total de 597 plazas de aparcamiento en superficie. Se trata de una zona de mayor equipamiento comercial, establecimientos públicos, servicios y zonas de ocio, soportando una mayor afluencia de vehículos, agravada por la presión que ejercen los vecinos de una zona con muchas calles peatonales y viviendas antiguas sin garajes, al estar en ella comprendida el casco histórico. Por ello, solo pueden obtener tarjeta los residentes en dicha zona, y los demás deberán abonar el tique. La zona azul, que tiene 2.875 plazas, comprende el resto del centro urbano (de La Ronda para arriba), Urdiales-Ostende y Cotolino, y se amplía la regulación a todo el año, atendiendo a la demanda de los vecinos de estos barrios. Como zona estival, ahora denominada marrón (660 plazas), se queda el barrio de Brazomar (a partir de María Aburto y hasta el paseo Acebal Idígoras incluido) por ser zona residencial y no tener problemas de aparcamiento en invierno.
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