Castro Urdiales condena el vandalismo al único símbolo de diversidad de la ciudad

La Asociación feminista Las Sinsombrero de Castro Urdiales ha tenido que pintar hasta en seis ocasiones, durante los últimos años, la balaustrada de Cotolino con los colores arcoíris de la bandera del colectivo LGTBI+, debido a los continuos actos vandálicos contra este símbolo.

El colectivo ha contado siempre con el consentimiento del Ayuntamiento de la localidad que ahora condena los ataques a este símbolo de la diversidad, el único que tiene la ciudad por el momento. La presidenta de la asociación, Mónica Icaza, lamenta el vandalismo que ha sufrido este rincón y asegura que está motivado por «odio porque al representar la bandera multicolor no solo atentan contra el mobiliario urbano, que ya está mal de por sí, sino que tiene un significado ideológico». Icaza explica que la balaustrada «ha aparecido con esvásticas e incluso derribada a golpe de patada» e insiste en que su reacción ante los hechos es siempre volver a pintar para mantener la representación y el respeto al colectivo a salvo.

El Consistorio asegura que Las Sinsombrero tienen «un permiso vitalicio para repintarlo las veces que sean necesarias». Asimismo, representantes de la Asociación LGTBI+, agentes del equipo REDO de Santander y la concejal de Igualdad y Servicios Sociales de Castro, Leticia Mejía se han reunido para colaborar y terminar con la intolerancia, la discriminación y el odio. Por su parte, la presidenta de la asociación sostiene que en los diversos encuentros con la titular de Igualdad del Ayuntamiento han valorado la posibilidad de poner cámaras. Aunque es una medida «difícil de mantener en el tiempo». También se han planteado teñir la balaustrada con un esmalte especial que impida pintar sobre el mismo.

Así las cosas, el próximo domingo 16 de junio la bandera multicolor volverá a pintarse en la balaustrada en una actividad organizada por Las SinSombrero que se incluye en la programación municipal del Orgullo y está abierta a todas aquellas personas que quieran mostrar su apoyo al colectivo. Icaza apuesta por invitar a la ciudadanía a participar: «en otras ocasiones, al ser un lugar de paso, la gente nos animaba, así que todo el que nos acompañe será bienvenido». En la misma línea, Mejias apela a «la colaboración de los vecinos para garantizar el mantenimiento de este símbolo de diversidad, tras su próximo repintado».

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