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El centro neurálgico del barrio guriezano de El Puente, con su plaza de La Chiquita y un parque infantil, acoge cada tarde a familias que acuden al lugar a disfrutar del aire libre. Los niños corretean por la plaza y también lo hacían por ... los jardines del Consistorio antes de que desde Alcaldía se tomase la decisión de vallar perimetralmente el Ayuntamiento ante el asombro de sus vecinos. Los argumentos: la «protección del edificio municipal» y ser una «medida de seguridad para evitar posibles daños que pudieran sufrir los niños que usan este entorno para jugar fuera del horario de la atención al público», tal y como explicó a través de redes sociales el propio departamento.
Por su parte, desde la concejalía de Obras y Servicios aseguraron que no sabían que esta actuación se iba a llevar a cabo. «No entro a valorar si está bien o mal haber puesto la valla, pero hay otras prioridades en las que invertir el dinero», aseguró la edil del área, Marian Peña (Somos Guriezo), destacando que desconocía la intención de cerrar los jardines de la Casa Consistorial.
En cuanto al presupuesto, fuentes municipales señalaron a este diario que la intervención ha supuesto entre 24.000 y 25.000 euros a las arcas del Consistorio. «Vemos más necesario gastar el dinero en otras cosas. Los niños jugaban allí sin más peligro que en otros sitios y no molestaban a nadie. Además, no ha habido nunca ningún desperfecto. No entendemos estas obras», señalaron algunos padres del municipio.
Así las cosas, desde una parte de la Corporación municipal se achaca el cierre a «otro capricho de la alcaldesa», María Rivero, regidora con la que El Diario Montañés ha intentado comunicarse en varias ocasiones sin obtener respuesta alguna.
«Poner la valla ha sido cosa de la alcaldesa, no lo ha consultado ni llevado a Pleno», aseguró el portavoz del PP en Guriezo, Adolfo Izaguirre, quien hizo hincapié en el importe invertido. «Me parece un sinsentido gastar casi 25.000 euros en esto. Ahora, el Ayuntamiento tiene un aspecto carcelario, cuando ya tenía un murete, pero era un espacio abierto y de libre acceso. Es una actuación que no aporta nada, mientras que el dinero se podía haber invertido en arreglar baches de las carreteras del municipio, que buena falta hace», indicó Izaguirre.
Además, el portavoz explicó que no se trata del «único capricho de Rivero». «Ella es la responsable y esto tiene un coste para los vecinos. Si a eso le añadimos 14.000 euros para despedir al técnico municipal que había y otros 14.000 euros para contratar a un abogado de su confianza, son casi 53.000 euros gastados en caprichos», matizó Izaguirre. En cuanto a los motivos de la obra, sobre la conservación del edificio el edil opinó que es «totalmente innecesario», pues está «bien conservado». «Los niños iba a jugar allí como se ha hecho toda la vida y nunca ha pasado nada. El parque infantil está en un estado lamentable. Se construyen, pero hay que mantenerlos. Con ese dinero se podían haber hecho muchas cosas», concluyó el portavoz popular.
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