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La flexibilidad y la disciplina toman forma cada semana en las clases que imparte la Escuela de Gimnasia Rítmica de Castro Urdiales, donde un total ... de 105 alumnos, compuestos por 103 niñas y dos niños, aprenden este deporte que se traduce en arte en sus diferentes modalidades y categorías, trabajando con los aparatos de cinta, pelota, mazas, cuerda y aros. El pabellón del IES Ataúlfo Argenta es testigo de los entrenamientos de los grupos de iniciación, desde los cuatro hasta los dieciséis años; de competición escolar, desde los siete hasta los dieciséis; y de competición federada base, con alumnos desde los diez hasta los 22 años de edad. Gracias a estas sesiones de aprendizaje, la escuela está recogiendo en estos últimos años los frutos del esfuerzo de sus deportistas con la obtención de diplomas y buenas clasificaciones en competiciones a nivel nacional, resultados que están en auge coincidiendo con sus veinte años de historia.
La escuela castreña comenzó su andadura hace dos décadas con unas 40 alumnas, centrándose, según el propio centro indicó, en trabajar desde la base para «poder tener una cantera fuerte y, a su vez, poder participar en competiciones que sirven de aliciente y motivación a las gimnastas». En sus inicios, los alumnos comienzan desde la base, aprendiendo saltos, giros, equilibrios y acrobacias y, una vez adquirida la base, pasan a entrenar con los aparatos. La coordinadora y entrenadora de la escuela, Yanire Lazcano, quien fue gimnasta de la escuela desde niña, continuó dando clase, dirigiendo la escuela desde hace once años.
«Empezamos con categorías escolares y de iniciación y, a medida que ha pasado el tiempo, hemos sacado gimnastas a nivel federado base en campeonatos de España, obteniendo resultados desde los último cinco años, con buenas clasificaciones», contó satisfecha la directora. Y es que, entre otros triunfos, cabe destacar el diploma de cuarta clasificada en la categoría de infantil, con Rocío Sáez, en 2017, cuando tenía trece años. Además, en la Copa de España base individual, a nivel nacional, la gimnasta Sheila Andrés obtuvo el sexto puesto en categoría juvenil con pelota y, en 2018, lograron el conjunto cadete campeón de España en el nacional base de conjuntos, celebrado en Murcia en el mes de noviembre. El reconocimiento más reciente tuvo lugar en el Campeonato de España base individual, desarrollado entre el 3 y el 7 de abril en Guadalajara y en el que María Bartolomé se hizo con el diploma de cuarta clasificada en categoría cadete con cinta, empatada con la tercera y, por su parte, Sheila Andrés consiguió el diploma de octava clasificada en categoría juvenil con ejercicio de cita. Por otro lado, en los últimos tres años, Castro ha dado varias gimnastas convocadas por la Selección Cántabra de Gimnasia Rítmica para participar en el Campeonato de España en edad escolar, así, Rocío Sáiz e Itziar Mena participaron en 2017; en 2018 lo hicieron Diana Dyhdalo y de nuevo Sáiz, repitiendo esta última por tercer año consecutivo en el mes de mayo.
Una de las protagonistas de los últimos triunfos fue Sheila Andrés, quien comenzó a practicar gimnasia rítmica gracias a una extra escolar con tan solo cuatro años, lo que la animó a acudir a la Escuela de Gimnasia Rítmica. A sus 22 años, la gimnasta aseguró que «si te gusta, es un mundo bonito», pero que «te tiene que gustar mucho, porque si no muchas lo dejan antes, ya que es muy sacrificado». Andrés entrena seis horas semanales y, aunque finaliza este año como alumna de la escuela, continuará presente en la misma, ya que se quedará como entrenadora, una labor que lleva haciendo durante los últimos tres años. «Me quedo hasta noviembre para ir al último campeonato nacional, porque las lesiones te van pasando factura. Estoy muy contenta dando clase, porque es bonito enseñar y lo que más satisfacción me da es ver los resultados y a los gimnastas contentos conmigo», declaró Andrés, quien recordó que fue «tranquila» a la competición de principios de abril, porque veía que los entrenamientos iban bien. «No estaba nerviosa, porque sabía que lo iba a hacer bien y cuando salí y vi que lo estaba logrando, me puse muy contenta», concluyó la gimnasta.
Ante los resultados de los últimos años, Lazcano explicó que el trabajo está dando «buenas clasificaciones», añadiendo que en los últimos años, al ser más mayores, las gimnastas son más conscientes de lo que pueden conseguir. «Hay mucho nivel en las competiciones nacionales, participan muchas gimnastas en categorías individuales y esta es una escuela muy pequeña, lo que hace que tenga más mérito, ya que a nivel nacional suelen destacar clubes con mucha reputación», reconoció la directora.
La gimnasia rítmica se comienza a practicar a una edad muy temprana, cuando los gimnastas aún son muy flexibles. Se trata de un deporte en el que, según explicó la directora de la escuela, la retirada de los deportistas suele ser la más temprana de todos los deportes, sobre todo a nivel regional y nacional. «Tener gimnastas de entre 20 y 25 años es poco común. Se suelen retirar antes, cuando empiezan la universidad», puntualizó Lazcano para después añadir que la gimnasia rítmica «es un deporte muy sacrificado, perdiendo momentos de estar con amigos o de tiempo libre pero que también aporta beneficios, ya que quienes lo practican suelen ser más organizados y buenos estudiantes».
El compañerismo y el trabajo en equipo son claves en este deporte, lo que ayuda a que la escuela «goce de muy buena salud». «Este año es en el que más inscripciones hemos tenido en la escuela, superando por primera vez el centenar de alumnos. Además, hemos obtenido en esta temporada nuestra medalla a nivel nacional, algo histórico para esta escuela tan pequeña», concretó la directora sobre el curso actual que cuenta con la aportación de la nueva entrenadora Estefanía Garijo, quién destacó que las claves para ser un buen gimnasta es «ser disciplinado y trabajador», importando también las aptitudes físicas como «tener fuerza, elasticidad, equilibrio y capacidad mental para aguantar tantas horas de entrenamiento». Con respecto al factor de género en este deporte, Lazcano señaló que a nivel nacional se ha establecido una normativa para la gimnasia rítmica respecto a los chicos, contando en la actualidad con dos varones en el nivel de iniciación en la escuela castreña. «Antiguamente era un deporte solo femenino, pero la federación española ha dado pie a abrir categorías masculinas, de hecho, el otro día el pabellón estaba a rebosar para ver a los chicos. Puede que les cueste más el tema de la flexibilidad que a las chicas, aunque los hay muy flexibles, pero también tienen otras dotes, como la fuerza y que saltan y giran mucho», reconoció la directora, animando a todo aquel que quiera a formar parte de esta pequeña, pero a la par, gran escuela.
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Ana del Castillo
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