Detenidos dos jóvenes por hacer pintadas de enaltecimiento del terrorismo en Castro Urdiales

Tal y como explicó a este periódico el jefe de la Policía castreña, Domingo García, uno de los detenidos es menor de edad y el otro es adulto. «Recibimos un aviso de un testigo que lo estaba observando. Acudió la patrulla y estaban los jóvenes en la subida de la ermita. Había pintadas con motivos de apoyo a ETA y contra España, habituales en estos casos y en diferentes colores», indicó García, pues la frase 'Gora ETA militarra' está realizada en color verde y 'Puta España' en rojo.

La Policía localizó, además, uno de los aerosoles con los que habían escrito sendas expresiones. «Uno de los detenidos tenía manchas de pintura en la mano», comentó, añadiendo que «se les identificó y se les detuvo por delito de enaltecimiento del terrorismo». Los jóvenes han pasado a disposición judicial y se instruyen diligencias. En cuanto a las sanciones por los actos realizados, García apuntó que el caso del menor es «especial», ya que se basa en la Ley del Menor. «El juez de menores es el que tiene que saber. Se manda el atestado, se instruye el expediente y, en el caso del adulto, pasará al juzgado de instrucción. El trabajo, a partir de ahí, está en el juzgado, donde se pondrá la pena que les corresponda».

Con el objetivo de eliminar las pintadas vandálicas, la Policía Local pasó el aviso ayer por la mañana al área de Medio Ambiente del Ayuntamiento «para que activen la limpieza cuanto antes», señaló el jefe de Policía, destacando que hay que tener en cuenta que la eliminación del aerosol «puede dañar el patrimonio» y que se encuentra en una zona de protección.

De esta manera, los operarios acudirán hoy al lugar para iniciar las labores de limpieza. «Verán si se puede quitar bien el spray, porque depende del tipo de aerosol que han usado y del estado de la piedra del muro. Hay que ver si el producto no deteriora las piedras», indicó la concejala de Turismo, Rosa Palacio, quien lamentó los hechos, adelantando que el coste de eliminar las pintadas y los daños que se produzcan «van a repercutir en los chavales al estar identificados», unos gastos que tiene que asumir en un principio el Consistorio y que aún están pendientes de conocer.

«El Ayuntamiento cada vez lucha más contra del vandalismo. Después de un verano más o menos tranquilo, dentro de las circunstancias, es un poco decepcionante que no se respete el conjunto monumental. Los jóvenes pueden bañarse en la zona, lo pueden usar, pero también tienen que respetarlo. Se trata de un lugar de disfrute de toda la ciudadanía y este destrozo es una muestra de falta de solidaridad con el resto de castreños», concluyó Palacio.

Y es que, la ermita de Santa Ana, además de tener un gran valor patrimonial, tiene un enorme peso sentimental para los castreños, pues los marineros acudían al pequeño templo a rezar antes de partir a faenar. Ahora, la ermita muestra a los miles de visitantes que pisan su interior un centro de interpretación arqueológico con restos romanos. Cualquiera puede acceder al mirador que ofrecen las escaleras, disfrutando de una bella panorámica de Castro, su puerto y el mar Cantábrico. Un regalo para la vista que debería ser admirado y nunca dañado.