La empresa del Centro de Día de Castro ofrece al Icass una nueva prórroga

La decisión de Pro Maiorem de no continuar con la gestión del centro estaba motivada por las pérdidas económicas, dato que estaba recogido en la memoria de actividad de 2021 que se entregó en el correspondiente departamento de la Dirección General de Políticas Sociales «y que no preocupó a nadie en la Administración», resaltan. La situación, aseguran, «se ha agravado en las últimas semanas, ya que a potenciales usuarios que habían solicitado plaza en el centro se les ha derivado desde el Icass a otro centro de día», por lo que solicita que se estudie por parte del Icass la posibilidad de restablecer el equilibrio económico del contrato. Asimismo piden que se efectúe un acuerdo entre el órgano de contratación y la empresa en el que ambas partes se comprometan a resolver el contrato de mutuo acuerdo en el momento en que la nueva licitación del Centro de Día se resuelva.

La prórroga propuesta por Pro Maiorem no iría más allá de la resolución de la nueva licitación para este servicio aprobada por el Icass, ya que afirman que «no es nuestra intención continuar con la prórroga del contrato más que el tiempo estrictamente necesario para que las personas usuarias estén atendidas en tanto dicha licitación se resuelva«. Si bien esta nueva licitación posibilita que se realice un acuerdo de emergencia entre Pro Majorem y el órgano de contratación, cuestión que desde la empresa «aceptaríamos sin ningún género de dudas, ya que las condiciones serían más beneficiosas al tener que aplicarse las de los nuevos pliegos», remarcan en el escrito.

En cuanto a esta nueva licitación, el Icass ha rectificado el pliego de cláusulas administrativas y el de prescripciones técnicas de este contrato, afectando este último al número de plazas del Centro de Día. En un primer momento, el Icass rebajaba de 55 a 25 el cupo del servicio, que con esta rectificación se queda en 35 plazas.

El principal motivo que esgrime Pro Maiorem para continuar con la gestión del centro es que exista continuidad en la atención que se presta a los usuarios a partir del 1 de enero de 2023. «Se trata de que se siga proporcionando el servicio y cumplir el objetivo esencial de los centros de atención diurna de promover la permanencia y autonomía en el medio habitual de convivencia de personas y familias». Es para la empresa «una cuestión de responsabilidad social dar solución a este problema después de ocho años prestando el servicio, y es un imperativo moral no desatender a las personas usuarias con las que hemos estado compartiendo tantos momentos incluyendo las duras etapas derivadas de la pandemia provocada por la covid-19». Al tiempo que consideran «de máxima importancia» la protección de los derechos de los trabajadores «que se veían abocados al despido sin que se tuviera en cuenta la posibilidad de conservar sus empleos, pues la falta de información y transparencia por parte del Icass impedía tomar las medidas al efecto establecidas en la norma convencional».

En este sentido destacan que los trabajadores han accedido «de manera inmediata» a un cambio de turno que facilita la gestión económica del centro, «cuestión por la que debe trasladarse a todos ellos un agradecimiento general».