Los expertos barajan que el buceador de Castro fallecido pudo sufrir un síncope

Son las explicaciones que tratan de buscarse al fallecimiento del joven Aitor Rojo, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en las inmediaciones de la barca en la que había salido a pescar. Se le estaba buscando desde la media tarde del miércoles. Rojo era vecino de la localidad, tenía 26 años y era pescador submarino, disciplina que realizaba con la técnica de buceo libre (a pulmón). Tras la recuperación del cadáver y su posterior identificación, fue la propia presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, quien confirmó en la red social X (antes Twitter) el fallecimiento del joven castreño al tiempo que expresaba sus condolencias a los familiares y amigos.

Según ha podido conocer El Diario Montañés, el cadáver fue localizado por efectivos del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sumergido a unos veinte metros de profundidad cerca de la zona donde se encontraba su embarcación. Los agentes procedieron a recuperar el cuerpo y llevarlo hasta la superficie, desde donde fue trasladado a la zona de costa para proceder con la identificación y el posterior levantamiento del cadáver, de acuerdo con el protocolo judicial establecido en estos casos.

El amplio operativo de búsqueda se activó el miércoles por la tarde, cuando se dejaron de tener noticias del joven. Fue el mismo miércoles cuando fue localizada su embarcación y a su perro, que estaba en el barco. Al parecer, según trascendió, Rojo había salido al mar a practicar buceo libre y sus propios conocidos dieron la voz de alarma al no regresar ni dar señales de vida. Fue entonces cuando comenzó la búsqueda, cuyo puesto de mando se instaló en el Parque Cotolino de la villa cántabra. En el mismo participaron efectivos de diferentes entidades, que trataron de localizar al desaparecido por tierra, mar y aire. En concreto, en el operativo intervinieron el 112 Cantabria, la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y DYA Cantabria, además de los bomberos, la Policía Local de Castro Urdiales, voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de la localidad y un grupo de voluntarios entre los que se contaban varios conocidos de Aitor Rojo.

Según explicaron los responsables del operativo, la zona de rastreo se dividió en cuatro sectores, de los cuales el ubicado entre el Alto de San Andrés y la Ensenada de La Tejilla era considerado como el de «mayor impacto», en base a los cálculos de Salvamento Marítimo sobre las derivas que podían provocar las corrientes marinas de la zona. Fue en este en el que ayer por la mañana se focalizaron los principales esfuerzos de búsqueda, un objetivo que dio sus frutos pasado el mediodía, cuando el puesto de mando recibió la noticia del hallazgo de un cuerpo en la zona del entorno de la embarcación de Aitor Rojo. Aunque todo parecía indicar que se trataba del joven castreño, faltaba la confirmación oficial, que llegó tras el traslado del cuerpo a tierra, donde fue identificado por el forense. Finalizó así, con la peor noticia posible, un operativo que tuvo en vilo a decenas de efectivos y a todo Castro Urdiales.