El funeral de Silvia López, asesinada por su hijo mayor en Castro Urdiales, se celebrará mañana

Mientras la Fiscalía de Menores sigue practicando diligencias de investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el crimen, los familiares de la víctima han decidido celebrar una misa funeral, mañana, sábado, a las 17.00 horas en la iglesia del Sagrado Corazón de Castro Urdiales.

La víctima de este cruel crimen, de firmes creencias religiosas, ejercía de catequista desde hacía años, militó en el Partido Popular de Castro y trabajaba como celadora interina de la unidad de Medicina Nuclear del Hospital de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya). De hecho, había sacado hace poco la oposición y «estaba muy contenta». Pero no quería quedarse ahí. Aspiraba a ascender de puesto dentro del Servicio Vasco de Salud y por eso tenía pensado seguir estudiando para ocupar una mejor plaza.

Su hijo, autor confeso del crimen, que está en un centro de internamiento donde permanecerá seis meses, ofreció todo tipo de detalles sobre cómo sucedieron los hechos. Según relató, tanto él como su hermano sufrían «violencia física y psicológica» por parte de sus padres durante años. «Las agresiones físicas eran continuas y consistían en bofetadas y en golpes con una zapatilla en los antebrazos», que les dejaban «moratones».

El día de los hechos dice que, debido a una mala nota, su madre empezó a insultarle, le cogió del cuello y le empotró contra un mueble de la cocina. «Mi hermano se volvió loco y fue hacia mi madre, la enganchó por los brazos y la echó para atrás, lo que provocó que ambos cayeran al suelo a mis pies. Entonces cogí un cuchillo y se lo clavé en el cuello y le di otras cuatro o cinco puñaladas», relató.