Guriezo decide este martes si nombra alcaldesa a María Rivero, edil exsocialista que rompió con el PRC

Han pasado ya dos semanas desde que los exalcaldes Adolfo Izaguirre y Narciso Ibarra, protagonistas también de la primera moción que se presentó en Guriezo en 1997, registraran el documento en el que mostraban su disposición a desbancar a Llano del sillón de la Alcaldía. Desde entonces ha sido continuo, casi a diario, el cruce de acusaciones entre el regidor actual, la futura alcaldesa, y los ediles de la oposición. Todos ellos han utilizado las armas que tenían en su mano para desacreditar a su oponente político.

Lo que llamó la atención desde un primer momento es que algo que en el municipio se rumoreaba desde hace tiempo se hiciese realidad apenas diez días después de que la socia de gobierno del alcalde, María Rivero, ratificase su pacto de gobierno a través de un documento rubricado por ambos en el que ella misma desmentía dichos rumores.

Este cambio de rumbo provocó que la Ejecutiva regional del PSOE decidiese expulsar a Rivero del partido. Horas antes de esta decisión, que se produjo cuatro días después de que se registrara la moción, el PP cántabro salió a la palestra para anunciar que apoyaba la postura de sus ediles en Guriezo y que eso no suponía hacer alcaldesa a una tránsfuga, puesto que cuando se registró la moción Rivero pertenecía al PSOE. Días después, la edil exsocialista rompió su silencio para dejar claro que no es una tránsfuga. «No me cambio de partido, sólo acepto el apoyo de otros ediles de la Corporación».

A continuación, se pronunciaron los ediles de la oposición para asegurar que la falta de gestión del actual alcalde es la que ha provocado que den este paso. A lo que Llano respondió anunciando que la moción de censura se registró en un notario al día siguiente de que él denunciara por cohecho y prevaricación al anterior equipo de gobierno, encabezado por Narciso Ibarra.