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S. E.
Santander
Lunes, 17 de julio 2023, 10:21
Un conductor de 48 años y vecino de Castro resultó herido en la noche del domingo, en la costa de Castro Urdiales, después de que su vehículo cayese por el acantilado de Ostende, que está en el entorno del paseo del cementerio de la Ballena. ... El coche estaba aparcado en una de las campas que está justo detrás del cementerio Ballena, una zona en la que, según confirman fuentes de la Policía Local de Castro, está prohibida la circulación de vehículos.
Por el momento, se desconocen las causas por las que el hombre estaba allí y por qué perdió el control del coche y cayó por la rocosa ladera. Aunque estaba consciente cuando fue evacuado, el hombre tampoco fue capaz de explicar lo ocurrido a los policías. Afortunadamente, el vehículo no llegó a caer al mar, pero se estrelló contra las rocas tras descender casi 30 metros por lo que el impacto fue brutal.
Pocos minutos después, agentes de la Policía Local de Castro fueron avisados y se presentaron en el lugar. Uno de esos agentes, muy conocedor de la zona, condujo a sus compañeros y a los bomberos que se incorporaron al rescate, por un camino por el que se baja hasta al agua y que era usado antes por los marineros. «Cuando lograron descender hasta el herido, le vieron que estaba con vida, pero que presentaba graves lesiones y que apenas podía moverse. Así que enseguida decidieron llamar al helicóptero para poder evacuar al hombre», explica Domingo García, jefe de la Policía de Castro. En el Servicio de Emergencias 112 se recibió la llamada de alerta a las 21.00 horas. Se avisaba de que un coche se había precipitado en esa zona de acantilados y que el conductor, herido, necesitaba auxilio. El hombre de 48 años y vecino de Castro Urdiales, recibió los primeros auxilios médicos de los bomberos del parque municipal y los agentes de la Policía Local. Fueron ellos precisamente los que requirieron al servicio de Emergencias la presencia de la aeronave.
A la llegada del helicóptero del Gobierno cántabro, el médico y el rescatador descendieron al acantilado y procedieron a seguir con las labores de inmovilización, medicación y estabilización del herido que ya habían iniciado los bomberos y policías. El hombre, que sufría múltiples traumatismos en la cabeza y en el cuerpo provocados por la caída, fue izado a la aeronave y seguidamente fue trasladado de urgencia hasta el aeropuerto y desde allí en una ambulancia del 061 al hospital Valdecilla.
Después de sacar al herido, los rescatadores ascendieron con unas cuerdas que los bomberos dispusieron para poder escalar en la pared de roca.
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