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DAVID S. OLABARRI
Viernes, 10 de diciembre 2021, 07:09
Un hostelero de Castro dio una paliza a un individuo al que sorprendió intentando robar en su salón de juegos. El supuesto ladrón, que acumula un abultado historial delictivo, se marchó de allí sin ser detenido.
Ocurrió el pasado lunes. El ladrón entró en el ... local, situado en pleno paseo marítimo de la localidad, con la capucha puesta. Miró a los lados y vio que en ese momento no había nadie. Se metió en la barra y se dirigió rápidamente hacia la caja registradora. Su problema fue que, justo cuando se disponía a manipular la caja, salió de la cocina uno de los responsables del bar. Se lo encontró dentro de la barra y no se lo pensó. Empezó a golpearle durante varios segundos. El ladrón se protegía la cara de los puñetazos. Pero el responsable del local es mucho más corpulento. Todo el incidente quedó grabado por las cámaras de seguridad del bar.
El hostelero sacó al sujeto de la barra del bar. Allí siguió golpeándole un rato. Le dio varios puñetazos y patadas más mientras una trabajadora del local le agarraba del brazo, como diciéndole que ya era suficiente. El ladrón acabó marchándose de allí antes de que llegase la Policía.
Este sujeto, residente en Castro pero que se mueve también por Bilbao y Baracaldo, es un viejo conocido de la Ertzaintza y de la Policía de Cantabria. Según diversas fuentes, acumula numerosos antecedentes por todo tipo de robos y agresiones. También se le relaciona con una banda de ladrones de Vizcaya. Y acumula detenciones por fraudes, violencia de género, atentados contra agente de la autoridad y tráfico de drogas. También constan en su historial delitos contra la seguridad vial y ha estado en prisión. «Son más de diez años de antecedentes», explican los mismos medios. Incluso le denunciaron por encargar once pizas a domicilio y no pagarlas.
Tampoco era la primera vez que robaba en el salón de juegos. En otra ocasión, él mismo colgó en redes sociales un incidente que tuvo en una comisaría de la Guardia Civil en el sur de España. Según los mismos medios, el sujeto fue detenido por un hurto. Cuando se iba a marchar ya de comisaría, el agente le pidió que firmase un documento. Él empezó a grabar la escena con su móvil y le contestó que le iba a enseñar cómo se rubrica un documento «en el norte». Lo que hizo fue dibujar un pene.
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