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El experimento del Ejército terminó este viernes mal en Castro Urdiales. La maniobra planificada por el Regimiento de Pontoneros Número 12 de Zaragoza consistía en trasladar un puerto flotante de 100 metros de largo y 20 de ancho desde el muelle de Don ... Luis hasta la playa Brazomar. «Pero ya desde por la mañana, cuando los vi que lo sacaban, me llamó la atención porque el mar estaba muy mal», contó Fernando, uno de los vecinos de Castro Urdiales que presenció el incidente.
Las olas desencajaron las piezas del puzle que conformaba la estructura y las arrastró hasta las rocas junto a varias embarcaciones. Al menos dos lanchas quedaron atascadas en los acantilados, con el casco roto. Suerte que ninguno de los 109 militares desplazados hasta la localidad resultó herido. «Es un ejercicio de prueba y en ese sentido hay que buscar condiciones extremas, porque en eso consiste la experimentación. En este caso ya hemos comprobado que la estructura no ha aguantado», explicó ayer el capitán José Carlos Mur, al frente de la operación que comenzó en Cantabria el pasado día 15 y que se prolongará hasta el próximo martes 23.
«Ahora esperaremos a que suba la marea y recuperaremos el material con nuestros propios medios. Algunas lanchas de las que han ido contra las rocas son perfectamente recuperables», aclaró el responsable militar. Desde tierra, cuatro jóvenes uniformados contemplaban las plataformas del muelle flotante estrellándose una y otra vez contra las rocas al ritmo de las olas.
En un primer momento se desataron algunos rumores sobre la gravedad de lo ocurrido que han sido totalmente descartados por los responsables de la maniobras. Desde el Servicio de Emergencias del 112 se confirmó un aviso por daños en una embarcación y que alertó a las embarcaciones de Salvamar de Cantabria y Bilbao sin más consecuencias. No ha sido necesario recurrir a personal sanitario.
Desde esta mañana han sido varios los vecinos de la zona que se han acercado a los acantilados a curiosear los restos del accidente. «Ya cuando iban a sacarlo todo hoy por la mañana nos extrañó porque no está el mar hoy para estas maniobras», avanzó Fernando sobre la opinión de algunos de los locales que habían seguido de cerca los movimientos del Ejército. «Al final se ha ido todo al traste y al menos estas tres embarcaciones no sé si van a poder recuperarlas». Se refirió a las tres que quedaron atascadas entre las rocas, quebrado el casco y rotos los cristales. «Tendrán que esperar a que suba la marea para tratar de remolcarlo todo y recuperarlo».
El Ejército dispone de un puente de tablero flotante que habitualmente utiliza para el paso sobre ríos y, en las prácticas en Castro, pretenden utilizarlo como un puerto flotante. El objetivo es estar preparados para hipotéticas situaciones graves, como por ejemplo un tsunami en el que los puertos, como puede ser el del Castro, quedaran fuera de servicio. La idea de las maniobras que hoy se han visto interrumpidas es estar preparados para tener la capacidad de que, en un playa como puede ser la de Brazomar, se puedan desembarcar camiones con recursos para auxiliar a la población en una situación de emergencia.
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