Los investigadores buscan el arma del crimen entre la basura

En el marco de estas pesquisas, los uniformados se llevaron al cuartel de la Guardia Civil el contenedor de basura ubicado en las inmediaciones del supermercado Lidl, muy cercano a la urbanización en la que apareció el cadáver. Además, trasladaron otros dos depósitos de desperdicios al punto limpio de Islares. Allí los vaciaron e inspeccionaron.

Pero no fueron las únicas pesquisas que practicaron. También estuvieron recogiendo huellas tanto en la cocina de la vivienda de los implicados, donde supuestamente el hijo mayor de 15 años acabó con la vida de su madre adoptiva, como en el garaje donde apareció el cuerpo de Silva, en el asiento trasero de su coche, amordazada, maniatada y envuelta en una bolsa de basura.

Esos son los dos puntos donde centraron su atención, durante toda la jornada, los efectivos de la Guardia Civil, que está llevando a cabo su investigación con mucha discreción, al menos oficialmente.

Del mismo modo, queda por conocer la causa de la muerte de Silvia, que presentaba una puñalada en el cuello. Habrá que esperar al resultado de la autopsia para despejar esta incógnita, aunque en este caso, en principio, no parece que será muy determinante para esclarecer el delito al que se enfrenta el principal implicado.

En cualquier caso, habrá que esperar a que avance la investigación para ver qué pasa con el hijo de 15 años.

En este caso, el juez de Menores se erige en un juez de garantías que solo interviene cuando se propone adoptar alguna medida o practicar alguna diligencia que suponga una limitación de derechos.

Finalizada la instrucción por parte del Ministerio Público, si ha lugar al enjuiciamiento, corresponde también al juez de Menores.