Julen Guerrero: «Nunca renuncio a mi tierra, estoy luchando porque mi primera obra tenga gira y llegue a Cantabria»

De alumno de teatro en la escuela municipal de Castro a asistente de dirección de Pepa Gamboa en la obra 'En palabras de Jo… Mujercitas', pasando por autor y director de sus propias representaciones. Así es como ha ido creciendo profesionalmente el joven Julen Guerrero. El pasado 15 de octubre (coincidiendo por casualidad con el Día de la Mujer Rural) tuvo lugar el estreno en el Teatro Español de Madrid el último trabajo en el que ha estado inmerso este castreño, una obra que plasma la famosa novela 'Mujercitas', de Louisa May Alcott, bajo la mirada de Lola Blasco, mostrando así a unas protagonistas más gamberras. La inauguración de la puesta en escena de esta representación contó con un público «entregado» que observó en la pieza teatral la dureza de las vivencias de las mujeres pobres en el siglo XIX, eso sí, con una gran dosis de humor.

-¿Cómo fue el estreno de la obra?

- El pasado día 15 tuvimos el estreno y un día antes el preestreno. Los dos días hemos tenido un público muy entregado. Se rio y aplaudió mucho. Los asistentes pudieron descubrir cómo se juega con el imaginario de 'Mujercitas', porque el texto es súper gamberro. Lola ha hecho un trabajo fabuloso en el que se defiende la realidad de cómo era la mujer en el siglo XIX. La autora, Louisa, se inspiró en las vivencias con sus hermanas. Ella era soltera y se mantenía económicamente y es esa realidad la que se defiende.

-¿Cuál es su labor en esta pieza teatral?

- Trato de coordinar, de estar pendiente de los horarios de las actrices, ver a qué hora llegan, poner la música y estar pendiente del texto. Trabajo mucho el aspecto de apuntador, que digan todas las frases. Además, ahora hay que estar pendiente de todas las necesidades relacionadas con las medidas higiénico-sanitarias por el coronavirus: que en los ensayos tengan las pantallas, el hidrogel, que se descalcen… Ahora mi labor es más técnica que artística.

-¿Los cántabros podrán disfrutar de la obra sin salir de la región?

- Para mí sería una ilusión. De momento estará en Madrid hasta el 8 de noviembre. Esperemos que siga con una buena acogida y que la podamos traer a Cantabria. De momento, en Valladolid ya está anunciada, así que sabemos que habrá gira. El año pasado, con la misma directora, estuve trabajando también de asistente de dirección en la versión 'La pasión de Yerma' y se pudo ver en el Teatro Concha Espina de Torrelavega, así que ojalá podamos repetir en la misma plaza.

-¿Cómo empezó en el mundo de la interpretación?

- Con ocho años empecé como actor en la Escuela Municipal de Castro, hasta que cerró. De pequeño he sido un niño muy inquieto y divertido. Mi madre me apuntó a todas las extraescolares posibles y con lo único que estaba tranquilo y así ella podía descansar un poco, era con el teatro. Al principio fui a ver solo los ensayos de la agrupación Sal de Casa. Quien hizo que me interesase por todo este mundo fue Socorro Andueza y desde entonces, no he parado. También actúo con Tela Marinera, grupo con el que aún sigo. Estudié en Bilbao, Madrid y Valladolid. A través de unas becas me fui a estudiar a Valladolid a la Escuela de Arte Dramático y me especialicé en Dirección escénica y Dramaturgia. En estos momentos estoy acabando un máster de pensamiento filosófico y creación escénica contemporánea en Valladolid. Estoy muy contento, porque esta oportunidad es fantástica, es un continuo aprendizaje. Mi labor me la tomo como aprender, porque es una suerte tener a grandes profesionales de la escena tan cerca. Además, me gustaría volver a algún curso o clase para recuperar la parte de la actuación, porque es verdad que es donde más disfruto.

-¿Guarda alguna obra en el recuerdo con especial cariño?

- 'Fuegos', en 2017, escrita por Lola Blasco. Fue el primer trabajo con ella, ahora ya llevo tres, y ganamos el premio al «Mejor Espectáculo» del Festival Internacional de Valladolid. A esa obra la tengo especial cariño, estuve como actor y fue con la Nave del Teatro Calderón de Valladolid, un grupo de creación joven con el que sigo trabajando. Es un espacio multidisciplinar donde nos juntamos unos 60 jóvenes con diferentes cualidades. Unos pintan, otros componen, escriben, actúan, bailan… es un lugar de investigación y a esa compañía le debo casi todo mi aprendizaje.

-¿A qué dificultades se enfrenta el actor hoy en día?

- Llegan momentos de frustración o de crisis. Es una carrera de fondo, hay que estar reinventándose constantemente, por eso el pasar de actor a director, dramaturgo, asistente… Siempre hay que estar luchando y trabajando. Para mantenerse hay que resistir y con el tema del covid-19, más. Eso sí, me siento muy afortunado porque tengo mucho apoyo desde casa, me han ayudado en todo.

-Hay que adaptarse a los nuevos tiempos…

- La pandemia hace que tengamos que llevar mascarilla todo el rato en los ensayos. Las distancias son muy difíciles de mantener y más con 'En palabras de Jo… Mujercitas'. Las hermanas se tienen que abrazar, jugar y pegar. De todos modos, nos sentimos muy afortunados, porque se iba a estrenar el 23 de abril. En marzo empezamos a trabajar los ensayos, pero solo pudimos ensayar cuatro días porque nos mandaron para casa y en 15 días esperábamos retomar la función, pero hasta junio estuvimos encerrados, así que nos sentimos con suerte de haber podido volver al trabajo, aunque sea con mascarilla.

-¿Algún proyecto a la vista?

- Fundé una compañía de teatro el año pasado con dos amigos de la Universidad de Valladolid, Atrote Teatro, y el año pasado estrené la primera obra escrita por mí, titulada 'Yo, eromeno'. Nunca renuncio a mi tierra, estoy luchando porque mi primera obra tenga gira y llegue a Cantabria. Además, voy a empezar a trabajar en el personaje de otra obra que tengo. Es María Magdalena. También colaboro con La Pasión Viviente de Castro Urdiales y esas cosas se pegan (sonríe). Es un personaje que siempre me ha llamado mucho la atención. La idea es hacer el Vía Crucis desde sus ojos, no desde los de Jesús. Quiero dar a conocer cómo fue su sufrimiento y reivindicar el papel de la mujer, tan importante en el Cristianismo. Esto es lo que puedo contar. Tengo alguna cosa más en mente, pero aún permanece en secreto.