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La pedanía castreña de Mioño, de unos 700 habitantes, está en bancarrota. La deuda que tiene en estos momentos a falta de la realización de una auditoría externa supera el millón y medio de euros. Y ha sido el PRC, actual partido que gobierna ... en esta Junta Vecinal desde el pasado junio de 2019, quien ha denunciado esta situación públicamente a través de un comunicado.
Los regionalistas responsabilizan al PSOE de este «agujero», ya que han gobernado esta pedanía históricamente, la actual alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, lo hizo durante los dos últimos años del anterior mandato tras la dimisión de Tomás Ortega por motivos personales, y el marido de la regidora, Víctor Echevarría, la precedió en el cargo durante varias legislaturas. También el padre de este último fue pedáneo de la Junta en los primeros años de la democracia.
En la nota de prensa remitida a este periódico, el pedáneo Asier Laforga (PRC), señala que el pasado mes de junio asumió la responsabilidad de ser el alcalde de Mioño con «orgullo» y «agradecido» del apoyo recibido por los vecinos en las urnas, después de cuarenta años de gobierno socialista. «Todo el equipo del PRC sabíamos que nos enfrentábamos a una situación complicada, podíamos intuirlo ya que en reiteradas ocasiones he pedido a la alcaldesa Susana Herrán (por entonces pedánea), bajo mi condición de vocal, que se me informara sobre la situación de las cuentas que no se han presentado desde al menos el año 2011. Nunca me han contestado, hecho que por cierto, he denunciado en el Tribunal de Cuentas».
La denuncia realizada por el PRC sobre la situación de la Junta Vecinal de Mioño se produce en medio de la polémica surgida por la negativa del equipo de gobierno (PSOE-Cs) de llevar a Pleno la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Castro que permite el traslado de Conservas Lolín al polígono de Vallegón y la construcción de un centro comercial en la parcela actual de la factoría.
El gobierno local se apoya en un informe de la secretaria municipal que dice que falta un permiso de la Confederación Hidrográfica relativo a un pozo para que el asunto vaya a Pleno, mientras que y el gerente de Lolín, Jesús Gutiérrez (PRC), recuerda que todos los informes son favorables.
Seis meses después de asumir su cargo, Laforga asegura que se ve en la obligación de hacer público varios datos que revelan la crítica situación en la que se encuentra esta junta vecinal. «La deuda que nos hemos encontrado asciende a una cifra en torno a 1.500.000 euros de la documentación que reza en la Junta Vecinal, pero, lamentablemente, estimamos que será una cifra superior puesto que irán surgiendo nuevas deudas a medida que podamos ir localizando la documentación; información que no precisamos por no estar en la Junta».
Estos hechos, señala Laforga, ponen a la Junta Vecinal de Mioño en una «posición insostenible, obligándonos a buscar responsabilidades y que éstas sean asumidas por quienes corresponda si los hubiere».
El pedáneo de Mioño asegura que hace unos días estuvo reunido con los empleados de la Junta Vecinal (un administrativa y dos peones) para exponerles la situación en la que se encuentra la pedanía. «Ellos también eran conscientes de esto, incluso algunos años atrás ya se han visto privados de sus salarios durante cinco meses».
Ante la falta de recursos económicos para hacer frente a la deuda actual, Laforga señala que, «muy a mi pesar, me veo en la tesitura de prescindir de los tres trabajadores de la Junta». El pedáneo regionalista afirma que «para ser consecuente con mi compromiso de transparencia que adquirí con los vecinos contrataremos una auditoría externa que eche luz sobre éstos y otros asuntos de la Junta de Mioño y para que los vecinos conozcan la realidad que tanto han demandado a la señora Susana Herrán y que nunca les ha respondido».
Una vez los auditores les informen de la situación real en la que se encuentra la Junta Vecinal desde el punto de vista económico «evaluaremos las posibles soluciones para darle continuidad a la Junta, puesto que es lo que nuestros vecinos se merecen».
Y es que el actual pedáneo de Mioño, que está muy preocupado por la situación crítica de la Junta, tiene claro que va a hacer todo lo posible para que está pedanía no se vea obligada a cerrar sus puertas y entregar las llaves al Gobierno de Cantabria. Como ejemplo, Sámano logró, de la mano de José María Liendo, sanear las numerosas deudas que le dejó el pedáneo Javier Eguren.
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