«Necesitamos la ficción para vivir y también la presencialidad, el aquí y el ahora»

-¿Qué es para usted ser cuentacuentos?

-Contar historias es compartir mundos y experiencias. Es mostrar a quien escucha lo que veo a través de la ventana de la imaginación. Contar cuentos es maravillarse con la mirada de quien escucha. El mundo de los cuentacuentos es una ventana al mundo, nos hacen sentir, pensar, disfrutar, nos invitan a compartir, nos hacen reales. Aquí y ahora.

-Dentro del mundo de los narradores, ¿cuál sería su distintivo?

-Me apasiona el cuento tradicional, no sé si se puede considerar un distintivo, pero quien me escucha sabe que va a escuchar cuento tradicional, seguro. En cuanto al cómo, soy consciente de que utilizo mucho el recurso corporal, además de la palabra.

-¿Cómo está viviendo su sector la pandemia del covid-19?

-Son momentos muy duros y difíciles. Hemos visto paralizadas las agendas durante mucho tiempo, y eso significa no cobrar a fin de mes, durante muchos meses… Hacemos lo que podemos. Estamos muy agradecidos a las personas y entidades que, a pesar de las circunstancias, han seguido programando, con medidas de seguridad, claro está. Esto, además de ser bueno para el sector, es bueno para la gente. Necesitamos la ficción para vivir y también la presencialidad, el aquí y el ahora. No es lo mismo escuchar un cuento a una persona que tienes delante que mirando una pantalla.

-Es la primera cuentacuentos del año en Castro dentro del ciclo 'Domingos de Cuento'...

-¡Y me encanta! Además, nunca había contado en Castro Urdiales y me hace mucha ilusión conocer a su público. El próximo domingo, en Castro, espero que los asistentes tengan tantas ganas de escuchar historias como yo de contarlas. Lo pasaremos bien, estoy segura. Es mi única aspiración, que disfruten.

-¿Puede dar a los lectores un pequeño aperitivo de qué es 'Colorín Colorete'?

-'Colorín Colorete' es una sesión de cuentos divertida, con historias de toda la vida, pero que ya no conocemos porque hace tiempo que no se cuentan. Estamos muy familiarizados con Caperucita, Cenicienta, Los tres cerditos... y eso está muy bien, pero hay más personajes de cuento que merecen ser rescatados del olvido.

-Los cuentos que pueden estar enfocados a un público infantil también aportan algo a los familiares que los acompañan...

-Sin duda. Yo cuento para todo el auditorio. También cuento para los adultos que acompañan a los niños. A veces, es el adulto el que ríe y el niño no entiende. Pero es bonito que la actividad sea comunitaria, que los niños vean que los mayores también se lo están pasando bien, que estamos compartiendo las historias entre todos.

-Además, también narra historias únicamente para adultos, ¿Qué aceptación tiene esta vertiente de la narración?

-Me ha tocado muchas veces contar a adultos que nunca habían escuchado cuentos antes (exceptuando su edad infantil). Es una experiencia muy gratificante, tanto para mí como para quien escucha. Cuando cuentas para público entrenado en escuchar, también es una gozada. Así que, en resumen, contar a público adulto es también una gran experiencia.

-¿Algún proyecto nuevo en el que esté trabajando o que tenga en mente?

-Siempre tengo algo en mente. Próximamente me gustaría preparar alguna sesión de cuentos infantil con música en directo. Ya tengo un espectáculo para adultos con música, pero ahora me apetecería algo infantil.